Reseñas X (Libros): «Hasta El Cielo Ida y Vuelta» de Cristina Álvarez de Mon

9788415880165Si hay algo bueno que podemos decir de la literatura, es que hay para todos los gustos. Hay libros de ciencia ficción, de sátira, de drama, de acción y aventura, de romance, de misterio, de horror, de auto-ayuda, de viajes, para niños, religiosos, de ciencia, de historia, de matemáticas, cómicos, de cocina, de plegarias, de fantasía, biografías y de casi todo lo que pueda imaginarse, resumido en una larga secuencia de etcéteras y «Hasta El Cuelo Ida y Vuelta» de la escritora española Cristina Álvarez de Mon corresponde a un tipo de literatura al cuál no había estado expuesto anteriormente, que es una obra de ficción dirigida a un público tocado por una de las enfermedades más complejas a nivel familiar y afectivo: La Enfermedad de Alzhaimer.

El libro cuenta la historia de Helena, una niña de once años cuya paso por la infancia se ve profundamente afectado en el momento en que su abuela, a quien ella considera su mejor amiga, empieza a perder la noción de la realidad por cuenta de la enfermedad neurodegenerativa, que ambas llaman «el ladrón de recuerdos».  El lector se introduce en la historia a través de las cartas que se envían Helena y su abuela en un periodo de tiempo de aproximadamente año y medio en el que se logra apreciar, el dolor y la desesperación del enfermo y por otro, el proceso análogo por el que pasan sus familiares.

Esta novela corta (sólo tiene 172 páginas bien espaciadas) es una historia profundamente emocional y humana, donde el viaje que hacen los personajes es interno y donde el argumento no se piensa en función de giros dramáticos y sorpresas, sino en la espera de lo inevitable, por lo que si usted es un lector sensible, es recomendable que tenga un pañuelo a la mano, porque le va a sacar más de una lágrima.

Pero la premisa de esta historia dista mucho del pesimismo de la muerte, todo lo contrario, es un libro que habla del amor y la esperanza y de lo que podemos aprender de esas personas que hacen parte de nuestra vida y que muchas veces damos por sentadas, creyendo que van a estar allí para siempre, hasta el momento en que la realidad nos demuestra lo contrario.

«Hasta El Cielo Ida y Vuelta» es una obra que hace parte de un tipo de literatura del que prácticamente no tenía noción hasta hace poco, pero cuyo objetivo de ayudar a entender las enfermedades terminales es práctico y noble. Un tipo de literatura que quizás no se dirija a todos los públicos, pero que cualquier persona pueda disfrutar y del que además puede aprender un poco para variar.

PD: Con este post, regreso a mi blog, luego de un periodo de descanso y vacaciones del cuál escribiré más tarde. Pendientes.

Libro 10/12 para 2014.


Ficha

Nombre: Hasta El Cielo Ida y Vuelta

Autora: Cristina Álvarez de Mon

Plataforma Editorial

172 Páginas.

ISBN: 978-84-15750-55-0


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Carta A Mi Futuro Hijo.

Querido y Futuro Hijo:

No sé desde hace cuanto he soñado contigo, pensando en los nombres que te quedarían bien con mi apellido, en los planes que tendría que dejar atrás para dedicarte tiempo, en la manera de sacarte del mundo de las ideas y traerte a explorar este mundo que tan raro te podría parecer al inicio; pero a pesar de mis deseos de tenerte a mi lado y conocerte, debo decirte que he decido posponer indefinidamente tu llegada, al menos mientras yo, tu papá, esté sembrado en este loco rincón del mundo donde lo inverosímil se vuelve real con una velocidad pasmosa.

No quiero traerte a un lugar donde haya gente que piense que tu vida, mientras estés en el vientre de tu madre, es desechable y valga menos que la de un gato, un perro o un toro.

No quiero traerte a un lugar donde no pueda educarte y corregirte, formarte como una persona de bien, sin que el Bienestar Familiar me acuse de maltrato infantil.

No quiero traerte a un lugar donde por culpa de un montón de psicólogos baratos, crezcas sin saber que existen límites y consecuencias para tus actos.

No quiero traerte a un lugar donde para que te instruyas tenga que recluirte en un colegio donde a todo el mundo lo promueven de grado, porque al gobierno no le conviene que nadie pierda el año.

No quiero traerte a un lugar donde sólo haya dos opciones para tu formación académica: un colegio privado rodeado de pequeños sociópatas (de la calaña de los que mataron a Colmenares), o un colegio público donde tengas que compartir tu espacio vital con media centena de desconocidos (la mayoría no deseados) perfectamente capaces de todo en un salón de 4m x 5m.

No quiero traerte a un lugar donde todo está puesto y diseñado para que creas que tu felicidad está amarrada a la cantidad de cosas que poseas, donde la mejor opción para divertirte sea un espantoso centro de diversiones enclavado en un centro comercial.

No quiero traerte a un lugar donde no puedas encender el televisor sin quedar obsesionado con el sexo para toda la vida.

No quiero traerte a un lugar donde, cuando crezcas, importe más el número de fotos que te tomes en el espejo de un gimnasio, que el número de libros que leas, donde te valoren más por tu cuerpo, que por tu coeficiente intelectual.

No quiere traerte a un lugar donde la educación superior se ha vuelto un chiste y dónde todo el mundo recibe un título profesional, sin siquiera haber cogido un libro durante toda la carrera.

No quiero traerte a un lugar donde para conseguir y conservar un empleo, tengas que bajar la cabeza ante nadie y mucho menos tener que vender tu conciencia; donde lo que vale es la rosca y no el mérito.

Pero sobre todo, no quiero traerte a un lugar donde aquellos que matan, roban, secuestran y estafan, estén por encima de la gente de bien, donde te juzguen por pedir justicia, donde la paz es sinónimo de amnesia y dónde la escoria humana recibe rebaja de penas, luego de cometer las peores monstruosidades.

No, hijo, este no es el lugar donde te quiero traer, no es el lugar que tú te mereces. Espero que quizás, algún día, si es que las cosas mejoran aquí, o si decido finalmente buscar nuevos rumbos, pueda traerte de nuevo a mis planes, pero por ahora es mejor que te quedes allá, en el mundo de las ideas, dónde al menos estarás seguro por un buen tiempo.