Black Mirror | Rachel, Jack & Ashley Too | Análisis y Explicación

Rachel, Jack & Ashley Too es el primer capítulo de la quinta temporada de Black Mirror y marca en definitiva un punto aparte de la tendencia definida por esta serie, al incluir a una súper estrella del pop, como lo es Miley Cyrus, en lugar de los elencos más bien desconocidos que hemos visto a lo largo de cuatro temporadas – con la notable excepción de Bryce Dallas Howard, que tuvo un cambio notable para interpretar su personaje en Nosedive.

Ahora, si terminando este episodio ha quedado usted con algún tipo de duda o interrogante, ha llegado al lugar indicado, por a continuación y sin más preámbulos damos inicio al análisis y explicación de… Rachel, Jack y Ashley Too.

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12 Canciones Obstinadas (Versión 2013).

Canción Obstinada: Dícese de aquella canción que una vez entra en tu cerebro, se repite, se repite y se repite, hasta que queda sabiendo a cacho. (Para el sumario, no sé a que sabe el cacho).

Que mejor manera de recordar el año que llega hoy a su final que esas canciones obstinadas que duraron en tu sistema por días, semanas y hasta meses, cada una evocando un momento, una ocasión, una fecha específica. La siguiente lista trata de especificar mis canciones obstinadas de este año, tratando de ubicar cada una en un mes calendario, aunque no sin cierto margen de error.

No habrá necesidad de explicar cada una de ellas, porque si algo tiene la música es su inmensa de capacidad de explicarse a ella misma.

Enero.

Febrero.

Marzo.

Abril.

Mayo.

Junio.

Julio.

Agosto.

Septiembre.

Octubre.

Noviembre.

Diciembre.

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La Demoledora Miley Cyrus

Callándole la boca a detractores y mojigatos, la nueva canción de Miley Cyrus «Wrecking Ball» haciendo honor a su nombre llegó para demoler a la crítica y a su insípida competencia. 

Miley, al igual que la infame bola, demoledora.

Hace un par de meses, cuando la ex-princesa de Disney Channel, Miley Cyrus lanzó el video del primer sencillo de su album Bangerz al igual que el resto del mundo quedé impactado por el cambio tan pronunciado de la artista, de su imagen de niña buena apta para todas las edades, pasó a una completamente radical. Se cortó el pelo, se hizo tatuajes y se quitó la ropa, lo cuál fue un completo escándalo teniendo en cuenta que hasta hace un par de años, era ella el referente del entretenimiento infantil.

«We can’t stop» fue una bomba nuclear a la imagen Disney de Cyrus, aunque evidentemente muchos (incluyéndome) creyeron que esto era sólo una pataleta pasajera que la artista terminaría pagando muy caro, pero con «Wrecking Ball«, Cyrus demuestra no sólo que está dispuesta a todo por conseguir un lugar prominente en el Olimpo musical, sino que tiene las herramientas para lograrlo.

Los dos sencillos lanzados por Cyrus muestran que la artista acompañó su drástico cambio de imagen con una excelente producción musical, «We Can’t Stop» fue producido por Mike Will Made It, quien ha producido material para Rihanna y Kanye West, mientras que «Wrecking Ball» tiene el sello de «Dr. Luke», colaborador de varios número 1 en las voces de Katy Perry y Britney Spears. Así mismo ha elegido excelentes directores para su polémicos videos, Diane Martel, con más de 20 años de experiencia, le imprimió el toque simbólico a «We Can’t Stop», mientras que el afamado y multipremiado fotógrafo Terry Richardson hizo lo mismo con «Wrecking Ball», que el mojigato público estadounidense denostó por las imágenes de Cyrus desnuda encima de una bola de demolición, ignorando el simbolismo y la excelente dirección del vídeo, eso sin mirar la excelente pieza musical.

Es comprensible que Cyrus haya recibido tantas críticas por su oscuro pasado en Disney, pero su jugada es magistral, aprendió de Madonna, Britney Spears y Lady Gaga que se necesita una estrategia de mercadeo, promocionarse, venderse a nivel personal, vender una imagen, antes que un trabajo musical.  Tengo mis dudas sobre si la imagen de Cyrus, los infames movimientos de su lengua y su ya mundialmente famoso twerking  («perreo») son en realidad idea suya o parte de su personalidad, ya que parece ser que su propósito fundamental es hacer que la gente hable, trine y comente.

Lo más seguro es que la imagen rebelde de Cyrus sea sólo un truco de mercadeo, pero si es así, es el mejor que se ha visto en años.

Lo que si es imposible negar es el éxito que está teniendo la niña de Billy Ray Cyrus (a quién el otro día vi en Mulholland Drive), los dos sencillos se han vendido como espuma, roto records de audiencia en YouTube y han sido objeto de artículos y notas de prensa en todas partes. Un logro muy importante para alguien de la misma generación de Selena Gomez y Demi Lovato, cuyo moderado éxito palidece comparado con el de Cyrus. Y el logro más importante para esta niña, a la que medio mundo vio crecer, es que nos olvidáramos de las estupideces extravagantes de Lady Gaga y de la imagen de zorra tontorrona de Katy Perry. Ya era hora.

 

Miley Cyrus y «We Can’t Stop»

Hacía mucho tiempo que no escribía nada sobre música y la razón para no hacerlo, además del hecho que mi plan de datos se agota más rápido de lo que quisiera, es que realmente en este campo del entretenimiento todo es tan repetido y poco original, que en realidad nada es sorprendente. Pero habiendo escuchado el más reciente sencillo de la ex-estrella infantil de Disney, Miley Cyrus, y habiendo visto el correspondiente vídeo he decidido volver a escribir el asunto porque logró algo que creía imposible hace mucho tiempo: poner a prueba mi capacidad de asombro.

«We can’t stop» es en esencia una canción pop, con un fuerte elemento R&B romántico amalgamado con toques electrónicos que harían llorar de la envidia a Rihanna, pero a diferencia de los éxitos de la artista caribeña que se desdibujan en cada lanzamiento, esta tiene un elemento  de frescura y rebeldía atractiva y pegajosa. La canción evidentemente fue hecha a la medida de Cyrus, tanto así que el propio nombre de la artista se incluye en la letra… y es la primera vez que veo que sucede en una canción que no parece salida directamente del Bronx. Es esencia el himno de liberación de Miley, diciéndole adiós a una vida controlada por la mercadotecnica de de Disney y de las asociaciones de padres cristianos que tanto pululan en los Estados Unidos, pero a diferencia de lo que hizo Christina Aguilera con «Dirrty», «We Can’t Stop» es un mensaje personal con algunos tintes de sensualidad, no una apología musical al sexo.

En cuanto al vídeo, aún no sé por donde empezar a elogiarlo. La directora, que si no estoy mal es de apellido Martel, es la misma que dirigió el video «3» de Britney Spears y parece que tiene un talento muy especial para lograr vídeos impactantes con un presupuesto reducido. Martel logra sacarle partido no sólo al look rebelde de Miley, sino también a su belleza, porque eso sí, definitivamente el dinero de Hannah Montana si fue muy bien invertido en tratamientos dermatológicos y dentales que hacen ver a Cyrus como una mujer excepcionalmente hermosa con un corte de cabello que haría ver ridículas al 99.97% de las mujeres de su raza.

Miley Cyrus
Hermosa.

El video está lleno de sugestiones, pero sin caer en la vulgaridad de lo evidente. Todo en un rompecabezas de simbolismos y mensajes ocultos que tomaría semanas analizar uno por uno (y por supuesto no faltará quien lo intente). Me recuerda un poco a la segunda película de American Pie, en el sentido en que se muestra con rudeza ciertas facetas del comportamiento humano, pero en este video se logra con mucho tacto. También es de encomiar que Miley no se ve falsa, a pesar de su oscuro pasado Disney, logra representar muy bien su transformación a la adultez en sus propios términos.

Por último, era de esperar que los fanáticos acérrimos de la inocente Miley de Hannah Montana, fueran los primeros en poner el grito en el cielo, utilizando epítetos como «ramera» (que bíblico) para referirse a ella… pero ya era hora de que alguien lograra despegarse de ese lastre que impone el entretenimiento infantil y pasar a una mejor etapa, cosa que ni Selena Gomez, ni Demi Lovato han podido consguir, siguiendo los pasos de Hilary Duff y Lindsay Lohan.

Por último, puede que toda esa rebeldía sea falsa al igual que esos tatuajes, con el único ánimo de vender a la nueva Miley, y si es así, creo que han logrado un muy buen resultado.