
Desde hace 10 años, momento en que escuché por primera vez la palabra «Linux» y comprendí sus ventajas y desventajas, he estado intentando trabajar con uno de los múltiples sistemas operativos que componen su vasto ecosistema. En dos oportunidades instalé en mi computador de escritorio, el popular sistema operativo de Canonical basado en Debian, Ubuntu, pero en ambas oportunidades me vi en la obligación de regresar al sistema operativo de Microsoft en vista de la complejidad intrínseca con el sistema y a la poca colaboración de esa comunidad, que en las oportunidades en que quise preguntar y hablar sobre el tema lo único que recibí fue insultos.
Desde entonces, y en parte debido a la pésima experiencia tanto con el sistema como con la comunidad, no había vuelto a contemplar la idea de utilizar un sistema del ecosistema Linux. Cabe aclarar que desde hace casi 3 años soy usuario de Android de Google, que algunos consideran parte de ese ecosistema, pero en otro post dejé perfectamente claro que Android tiene de Linux, lo que los latinos tenemos de españoles… es decir, nada que sea en realidad importante.
Pero hace un par de semanas, decidí reconsiderar utilizar un sistema operativo «libre» para el viejo computador de escritorio que aún poseemos en casa. El computador, como muchos de los computadores clones de hace un par de años, suele tener problemas con la capacidad a la que los somete su conexión de red, lo cuál se traduce en que constantemente se «traba» o se «bloquea», llegando a un punto en que solía apagarse por completo. La cuestión empeoró cuando por alguna razón, un adware se filtró en el sistema lo que dificultaba el trabajo en el equipo. Era hora de considerar un cambio de sistema operativo.
La opción fácil era formatear el sistema y volver a instalar Windows, pero eso requeriría comprarlo o instalarlo sin los debidos permisos, lo cuál lo volvería extremadamente vulnerable. La opción difícil era instalar yo mismo un sistema operativo libre. El primero que descargué para prueba fue Ubuntu, sin embargo quería tener una opción, así que empecé a leer sobre Edubuntu, Kubuntu, Linux Mint, Fedora, OpenSuse y otras distribuciones, pero la que me llamó más la atención luego de leer varias reseñas fue Elementary OS.
El primer paso para instalar un sistema operativo de estos, es probarlo. Teniendo en cuenta que el equipo carece de reproductor de CD/DVD, fue necesario crear la .iso (imagen) en una memoria USB.
1) Descargar imágenes: Como primera medida se deben descargar las imágenes (.iso) del sistema operativo. Yo descargué tanto la de Elementary OS, como la de Ubuntu.
2) Crear una memoria USB para probar / instalar el sistema operativo desde Windows: En vista de que mi equipo, como ya lo dije, no tiene unidad de CD, fue necesario utilizar memorias USB. Esto es útil también para dispositivos como las notebooks. Para esto se utiliza un pequeño programa llamado Pen Drive Linux. Este es un .exe que se ejecuta directamente y no a través del sistema por lo que en realidad nunca se instala y no es necesario tener derechos de administrador. Pen Drive Linux crea la imagen en la memoria USB, para Elementary OS basta con una de 1GB de capacidad, mientras que para Ubuntu es necesaria una de más de 2GB.
3) Probar el sistema: Para probar el sistema es necesario reiniciar el computador e inicializarlo desde la USB. Algunos equipos tienen esta característica por defecto, pero para otros es necesario ajustar la confuguración de la BIOS, que se logra presionando ESC o una tecla de función como F1 o F6, allí hay que buscar la palabra «boot» y seleccionar USB. Una vez el computador se ha reiniciado desde la USB, estamos en la versión de prueba. Vi la versión de Ubuntu y me pareció igual que la de hace varios años, en cambio la Elementary OS me pareció novedosa y elegante. Algo que me gustó es que estas versiones de prueba pueden acceder a WiFi sin ningún problema, no como hace años. Ahora todo era cuestión de instalar.
4) Instalación: La instalación de Elementary OS requiere de una conexión a Internet de preferencia con un cable de Ethernet y de cierta capacidad de memoria, en caso que lo vaya a compartir con Windows. En mi caso decidí borrar Windows por completo y dejar sólo el nuevo sistema operativo. El instalador es bastante intuitivo y rápido, y está disponible en inglés, español y mucho idiomas más. Algo que me agradó bastante es que pregunta SI el usuario autoriza a instalar software de propietario, lo cuál es un alivio, puesto que muchos de los codecs y drivers que se requieren para cosas tan elementales como escuchar música y conectarse a Internet, son de este tipo. Luego de unos minutos, voilá: el sistema está listo para ser usado.
5) Reconocimiento: Y luego de la instalación, es hora de explorar. Es impresionante lo limpio y elegante que Elementary OS puede ser, incluso el número de programas que vienen preinstalados son muy escasos dejando al usuario la posibilidad de adapatarlo a su mejor gusto. Los programas que vienen por default son:
- Pantheon Greeter, que se encarga del manejo de sesiones de usuario. Además de un reloj-calendario, tiene la particularidad que cambia de apariencia, de acuerdo con el fondo de escritorio elegido por cada usuario.

- Wingpanel, que es la barra superior que aparece al inciar sesión; tiene, además de la hora y la fecha, el acceso a las aplicaciones, el sonido, la conexión a Internet, los mensajes y el control de sesiones.
- Slingshot, que permite la visualización de aplicaciones desde Wingpanel.

- Plank, que es el dock o lanzador (odio esa palabra) de aplicaciones con un parecido interesante al de iOS.

- Switchboard, que es el programa encargada de controlar la configuración del sistema.
- Midori, que es un navegador básico, funcional, pero que realmente no le ve una a Mozilla Firefox o Chrome.
- Geary, que es el programa de manejo de correos electrónicos. Para aquellos que no lo sepan, hay formas de revisar correo electrónico que no involucran entrar a un navegador. El usuario agrega su cuenta y su clave en Geary y tendrá acceso a sus mensajes en tiempo real.
- Calendar, que es el calendario que viene por defecto. (Es tan obvio).
- Music, que es el reproductor de música, que también tiene un parecido interesante con iTunes.
- Scratch, que es un sencillo procesador de texto, para tareas básicas como la toma de notas.
- Pantheon Terminal, que es una re-imaginación del viejo terminal Linux, con el plus que tiene un efecto transparente, que es sensacional.

- Pantheon Files, que es el programa encargado del manejo de carpetas y archivos.
En conclusión, Elementary OS es uno de los mejores sistemas operativos, no sólo de Linux, sino de todo el mercado y bien vale la pena darle una oportunidad. Quien quita y le quede gustando tanto, que no sienta la tentación de volver nuevamente a Windows.