Por favor, no me juzguen por tener pocas expectativas sobre Warcraft, es decir después de Angry Birds, Hitman, Need for Speed, El Príncipe de Persia y toda la saga de Resident Evil, creo que no hemos sido pocos los que hemos quedado más que prevenidos con el cuentico ese de ver un largometraje largometraje inspirado en un juego de vídeo, pero afortunadamente Warcraft no sólo demostró ser una notoria excepción, sino que por primera vez en mucho tiempo hay esperanza de que haya otra tendencia en el cine de Hollywood, luego de la monotonía del mundo de los comics, con todo y sus superhéroes.
En una escala incontrovertiblemente épica, Warcraft cuenta la historia del pueblo de los orcos, que luego de ver a su mundo consumido por la desolación, deciden seguir a su líder, el chamán Gul’dan a través de un portal, al mundo de los humanos, donde rápidamente entran en confrontación con Llane Wrynn (Dominic Cooper) el Rey de Stormwind y su ejército, liderado por Sir Anduin Lothar (Travis Fimmel) y Medivh (Ben Foster), el mago guardián del reino.
Es cierto que la mayoría de elementos de Warcraft no son precisamente originales, es decir, ¿dónde más hemos visto esa combinación? ¿orcos, reyes, magos y guerras? Pero Warcraft tiene una aproximación muy diferente a la de El Señor de los Anillos, si es que a eso es que vamos.
El guión de la cinta está muy bien calculado, pero la gran sorpresa es que a pesar de estar llena de animaciones de computador y pantallas verdes, la película no se va por lo fácil y se enfoca rapidamente en los personajes. Esta no es una historia de orcos contra humanos, con el malo de la película orquestando toda la acción, es una historia de como la definición de bien y mal es inexorablemente subjetiva y que aquellos que caen dentro de la crueldad de dicha dicotomía, terminan pagando el precio.
A nivel de encuadres, animación y todo eso, la película no es que destaque de a mucho, pero hay que abonarle, eso sí, al director que en medio de una película de fantasía, que algunos podrían considerar absurda y encima basada en un videojuego, haya actuaciones muy bien logradas. Travis Fimmel, Ben Foster, Paula Patton y Ben Schnetzer lograron una compresión y una interpretación de sus personajes muy por encima del promedio que vemos en esta clase de largometrajes. Es cierto que la animación pudo mejorar, pero los personajes del mundo de los orcos se sentían lo suficientemente reales como para olvidar momentáneamente estos problemas.
Algo muy interesante es que las mejores escenas no fueron las grandes secuencias de acción, sino aquellas en la que los personajes dialogan entre sí, sobre todo en las que participó Paula Patton, con su personaje de Garona, que encarna el conflicto y la responsabilidad de ser el punto medio entre dos culturas.
En resumen, Warcraft es una película que no sólo excede las expectativas que cualquiera podría tener sobre ella, sino que con muy buenas actuaciones y un guión coherente, le da esperanza a todo un género que por décadas no ha hecho otra cosa que embarrarla una y otra vez.
2 comentarios en “Reseñas X ^ Warcraft.”