Mentes Poderosas (The Darkest Minds) tiene la trifecta para satisfacer feministas: protagonista mujer, director mujer y escritor mujer. Debería ser todo un éxito ¿no? Porque las feministas nunca se equivocan ¿cierto? Las respuestas a las anteriores preguntas, a continuación en esta corta reseña.
Mentes Poderosas cuenta la historia de Ruby Daly (Amandla Stenberg), una joven de Virginia que queda atrapada en una epidemia que acaba con las vidas de niños y adolescentes. La consecuencia más horripilante de la epidemia es que el gobierno ahora busca capturar y recolectar a los sobrevivientes, intentando buscar una cura, supuestamente. Aunque la verdadera razón de la reclusión podría estar en las habilidades sobrenaturales que desarrollan los sobrevivientes, entre las que están inteligencia extraordinaria, telekinesis, pirogénesis y control mental.
Los problemas para Ruby empiezan cuando es liberada del centro de reclusión y queda en medio de una guerra entre La Liga Infantil, el Gobierno y los soldados del llamado Escurridizo. Y por supuesto, en esta guerra Ruby tendrá tiempo para enamorarse del emancipado Liam Stewart (Harris Dickinson), porque eso es lo que la gente hace cuando está a punto de que la maten, enamorarse.
¿Recuerdan que hace un par de años salió una película MUY, pero MUY prometedora que se llamaba La Quinta Ola? ¿Que incluso, sus primeros 15-30 minutos fueron espectaculares … para luego convertirse en otra parodia de Crepúsculo? Bueno, Mentes Poderosas es lo mismo, solo que esta no tiene ni siquiera esos 15-30 minutos buenos, y es MALA de principio a fin.
Para nada le sirvió tener una protagonista afroamericana, ni una directora como Jennifer Yuh Nelson, ni estar basada en el libro de la escritora Alexandra Bracken. En primer lugar ¿quién le dijo a 20th Century Fox o a quien sea que haya producido esta película que Amandla Stenberg puede llevar el peso de una película? Con Todo Todo, no se notaba tanto, porque el que llevaba el peso de todo era Nick Robinson, pero en esta es más que obvio que no fue tan buena idea saltar de ser Rue en los Juegos del Hambre a protagonizar largometrajes.
Seguimos ¿Mandy Moore en un papel que requería al menos un aspecto de villana en potencia? Le creería más a Amparo Grisales si dijera que es virgen. Y aunque Harris Dickinson es una cara fresca e intenta hacer las cosas bien, TAMPOCO está preparado para el rol que le dieron. Y para rematar, el chico afroamericano para que haga chistes ¿en serio? ¿no pudieron hallar otra cosa más cliché? El único que medio salva su parte en esta cinta es Patrick Gibson, a quien vimos en la serie de Netflix The OA. Pobre Gwendoline Christie, pasando de interpretar a Brienne de Tarth, a una loca en esta ridícula película.
Las malas actuaciones se traducen en unos personajes desabridos que generan cero conexión con el público. El guión es aburridísimo, lleno de huecos sin explicación lógica, y con unos diálogos que producen risa, pero no de lo gracioso, sino de lo irrealistas e infantiles que son. La directora intenta crear un clima brillante y luminoso, pero ¡OYE! se supone que estamos en una película donde matan niños y a los que quedan vivos los encierran en campos de concentración ¿En serio quieres usar una paleta de colores donde predomina el verde? Señora, por favor, entregue su credencial de directora, y vaya a dormir. De nada le sirvió tener la receta del éxito de la que hablan a toda hora las feministas.
En resumen: Mentes Poderosas (The Darkest Minds) es otro intento de resucitar el éxito de Harry Potter, Juegos del Hambre y Crepúsculo, con un género que ya está muerto y enterrado, si siguen haciendo películas incoherentes en todo sentido, como esta. No se la recomiende ni a su peor enemigo.
Un comentario en “Mentes Poderosas ^ Cine al Desnudo”