Empezaré esta crítica manifestando mi absoluta sorpresa por las excelentes críticas que recibió la primera entrega de esta serie, por allá en 2014. Para mí John Wick era sólo otra sesión más de violencia gratuita y frívola, quizás bien dirigida y bien actuada, con excelente música, pero hasta ahí. Nada que no se pudiera olvidar 60 segundos después de abandonar la sala de cine.
Sólo hasta este momento, en que me dispongo a escribir esta crítica, encuentro la razón de mi sorpresa, y así mismo de las excelentes críticas que recibió la primera entrega de John Wick, y es sencillamente que este largometraje, al igual que The Equalizer, o Taken, o The Expendables, o xXx, o Rápido y Furioso… es sencillamente una película de acción, sí, ese mismo género que tanto popularizaron en los años 80 y 90, figuras como Jean Claude Van-Damme, Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone y Steven Seagal. Nada más.
Y sí, quizás el ver a John Wick como parte de un género en el que la muerte no es sino un efecto más de la película (así los muertos sean «los malos»), y no como un estudio sobre la naturaleza del duelo en los seres humanos, pueda alterar mi percepción. Quizás.
John Wick 2 (Título original: John Wick Chapter 2) continúa con la historia del homónimo asesino a sueldo, que es parte de una exquisita cofradía de criminales que se rigen por una serie de sofisticadas reglas que le añaden clase y elegancia al atroz acto de matar.
Luego de los incidentes de la primera entrega, que concluyeron con la aniquilación de la mafia Tarasov en Nueva York, John (Keanu Reeves) se enfrenta a las consecuencias de abandonar su temprano retiro, cuando alguien de su pasado le exige pagar una deuda pendiente y demanda que pague asesinando a una ficha clave dentro del engranaje de la mafia mundial.
A partir de allí, John tendrá que decidir si cumple con la deuda de sangre que adquirió en el pasado, o si, por el contrario, decide desafiar a todo el sistema que organiza la mafia internacional, y convertirse en su blanco definitivo.
Hay que reconocer que no debió ser nada sencillo partir desde cero con esta película. En la primera entrega John era un hombre profundamente afectado por la pérdida de su esposa (que no me soprendería que en próximas películas apareciera viva) y parte de su racha de violencia se puede explicar como una respuesta a dicha pérdida. En esta la premisa es diferente, y trata de cómo enfrentas a los fantasmas de tu pasado sin perder la esencia de lo que eres ahora. Y el director Chad Stahelski logra transmitirla, si bien no perfecta, al menos sí efectivamente.
Las actuaciones son de muy bien nivel, y aún más con el plus que conlleva incluir actores de diferentes nacionalidades, lo cuál le da un toque de realismo muy necesario en una película como esta donde matan gente con lápices…
Y hablando de estas escenas de violencia, tan frívolas que ni siquiera le quitan el título de película «para toda la familia» (niños de cualquier edad pueden entrar), hay que decir que estas escenas se llevan a la pantalla de manera artística, no tan sangrienta como una película de Tarantino, pero igual de bien cuidada. Al igual que algunas líneas, que resumen con mucha precisión la premisa, sin caer en lo obvio.
Una película que bien podrían disfrutar los amantes de las películas de Schwarzenegger, de Tarantino, y hasta a algunos del cine arte. Quizás, como me sucedió a mí, sólo es cuestión de mirar lo que apenas es obvio.
4,73 / 5,00
★★★★★
PD Y si se preguntaban ¿Cuál es la canción electrónica que suena en John Wick 2 en una escena clave en Roma? Es esta: John Wick Mode de Le Castle Vania.
Un comentario en “Crítica X ^ John Wick 2”