Reseñas X ^ En el Corazón del Mar.

De todas las cosas buenas y malas que se pueden decir de En el corazón del mar (Título original: In the heart of the sea) sin duda la más evidente es su definitiva y casi descarada falta de originalidad. En sus 121 minutos de duración, el director Ron Howard imprime en pantalla una descarada mezcla de los mejores elementos de películas como TitanicCastaway, Life of Pi, y Master and Commander, pero lo hace tan bien que quizás, para el espectador promedio dicha mezcla pase desapercibida.

HEART OF THE SEA

Basada en el libro de Continúa leyendo Reseñas X ^ En el Corazón del Mar.

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Guillermo del Toro, Pacific Rim y Otras Películas de Robots.

Cronos, Mimic, El Espinazo del Diablo, Blade 2, Hellboy (1 y 2), El Labertinto del Fauno y Pacific Rim, esos son todos los largometrajes dirigidos por el director mexicano Guillermo del Toro y luego de dos horas y media viendo robots enfrentándose con monstruos al mejor estilo de los Power Rangers, toca decir que Pacific Rim es su peor película hasta ahora.

Espero que este abriendo los brazos para recibir el montón de dinero que se ganó por aceptar hacer este película que nada tiene que ver con sus trabajos anteriores.

Pero ¡ojo! así como los feas de la televisión no son tan feas, así mismo una película mala de Guillermo del Toro, nunca será tan mala como esas basuras de «Silent Hill», «Actividad Paranormal» o «El Último Maestro del Aire». En realidad, bajo los estándares a los que nos tiene acostumbrados Hollywood, Pacific Rim o Titanes del Pacífico, como se le llamó en español, es una película, cuando menos entretenida y de buen nivel.

Para aquellos que ya se estaban echando ceniza en la cabeza creyendo que Pacific Rim no sería más que una copia en action-live de Neon Genesis Evangelion, doy un parte de tranquilidad. De hecho, apartando los monstruos y los robots… y los militares, y la gente con profundos traumas… y los clones… bueno apartando todo eso, diría que no hay muchas semejanzas. Pacific Rim se parece más a «Día de la Independencia» o a «Godzilla», que al famoso anime japonés que era más bien una exploración bastante crítica de la psique humana.

La película es entretenida, sí, y su historia está bien estructurada, tratando de balancear las escenas de acción, un poco de drama de niños traumatizados y hasta un poco de humor, como cualquier blockbuster del verano, pero no sobresale en ninguno de estos aspectos. Las actuaciones son pésimas, y los actores, ninguno genera ninguna empatía, tanto así que a media hora de acabarse la cinta, no recordaba el nombre del personaje principal. Los traumas de estos personajes están bien estipulados a nivel de guión y hubiesen funcionado con otros actores, pero con estos se le fue la paloma a Guillermo del Toro, o más bien a los ejecutivos de Warner.

Visualmente, pues como todas las películas de Del Toro, tiene su «tumbao» y todo, pero nada que no hayamos visto ya y creo que las películas de transformers a nivel visual son superiores. Es una película que te entretiene mientras estás sentado en la sala de cine, pero que no veo como opción para repetir y analizar. Sencillamente es entretenimiento puro que pierde el sabor minutos después de terminarla.

Y hablando del final, este es bastante predecible y no hay un twist extraño al final que valga la pena. Espero que Del Toro no nos salga con otro chorro de babas como este para su próxima película.

Calificación: 3.35/5.00

¡Este es el fin del mundo! (como lo conocemos)

Ver las desgarradoras imágenes de primero el terremoto de casi 9 grados en la escala de Ritcher que azotó a Japón, luego el monstruoso tsunami con olas más altas que edificios y la destrucción, las victimas, el desastre, (ni hablar de la pavorosa crisis nuclear) nos llevó a pensar a más de uno que en definitiva, este si es el fin del mundo. Mucho más cuando muchas de nuestros abuelos y abuelas crecieron bajo la tutela de los sacerdotes y religiosas católicas que no veían otra cosa que asustara más a propios y extraños, que los mandara más rápido a la iglesia, que les aflojará más rápido los bolsillos para las limosnas que gritar a los cuatro vientos que el mundo podría llegar a su fin.

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El desastre en Japón es de proporciones incalculables.

Muchas son las historias que nos cuentan nuestros viejos de épocas en las que los avistamientos de «bolas de candela» (presumiblemente meteoros), movimientos en la tierra, «trompas marinas» (también presumiblemente tornados) solo podían significar que el mundo estaba por acabarse y hasta estando yo de muy tierna edad, recuerdo que el lanzamiento de una luz de reconocimiento desde un avión del ejercito sobre un pueblo donde viví con mi familia, sumió a los habitantes en estado de histeria que jamás pude ni podré borrar de mi memoria.

No hay duda que la Biblia advierte de fenómenos extraños que serían vistos por «todo ojo», y es cierto pero hay que tener calma; si bien estos episodios monstruosos de la naturaleza no son consecuencia de que la tierra esté llegando a su fin, sino de sus procesos geológicos naturales, nunca antes en la historia, la humanidad había presenciado tan oportunamente y tan ampliamente no solo el desastre en sí mismo sino también informado minuto a minuto de cada una de las novedades y actualizaciones que se iban presentando.

Este sin duda fue el fin del mundo, pero tal y como lo conocíamos,  donde las tragedias del otro lado del mundo se sabían con días, meses, o años de diferencia dependiendo la época y donde obtener imagenes era una tarea casi imposible. Hoy, internet, YouTube, Facebook, Twitter, Google, los teléfonos moviles, todo se sumo para que antes de que todos desayunáramos el viernes del desastre supieramos que era lo que sucedía en Japón y ya tuviésemos a la mano información de primera sobre lo sucedido.

Pero así como resulta sencillo enterarse del desastre, también lo es caer en los dos extremos dañinos, el primero sencillamente tomarlo con frivolidad como la cantante mexicana Dulce María para quien la tragedia en Japón solo le dio para redactar canciones (imagínese usted la estupidez) o tomar las cosas tan a pecho que ya anda tomando pastillas de Yodo para prevenir la radiación que ha escapado de las centrales nucleares del otro lado del mundo.

prevencion
Debemos empezar a prevenir.

Hay que darle a las cosas sus justas proporciones y utilizar todo lo sucedido para evitar desastres similares, y teniendo un país altamente sísmico como el nuestro, es imprescindible tomar medidas, pero no esperar a que el presidente, el gobernador o el alcalde le meta mano a eso, infórmese usted, y prevenga a si familia, chequeé muros, columnas y vigas, tenga siempre un kit de emergencias a la mano, y sobre todo no olvide su celular en casa, en un momento de emergencia podría ser la única arma con la que podría contar.