
¿De qué se trata la película La Forma del Agua?
En plena década de los 1960s, cuando Estados Unidos vivía la mejor bonanza de su historia, con una clase media pujante, a la vez que sufría por el terror de la Guerra Fría con la Unión Soviética, Elisa Esposito (Sally Hawkins) trabaja como aseadora en una instalación militar científica en las afueras de Baltimore.
A pesar de ser muda, Elisa confía en su mejor amiga Zelda (Octavia Spencer) para comunicarse en el entorno de su trabajo, el cual le resulta satisfactorio hasta la llegada del Coronel Richard Strickland (Michael Shannon) con un nuevo proyecto científico: una criatura humanoide anfibia, alarmantemente parecida a un pez.
Poco a poco Elisa empezará a comunicarse con la criatura, que a su vez es el objetivo principal de un grupo de espías soviéticos en Estados Unidos y que harán lo que sea para quedarse con ella.
¿Qué razones hay para ir a ver La Forma del Agua?
Al igual que el resto de la ya extensa filmografía de Guillermo del Toro, La Forma del Agua (Título original: The Shape of Water) es una película dirigida magistralmente y al detalle. Del Toro logra con esta cinta crear una atmósfera claustrofóbica, pero al mismo tiempo hermosa y elaborada.
Resulta también bastante significativo el hecho de que sea una actriz de 41 años la encargada de llevar el peso de la película, lo cual es bastante sui generis, en vista de la calidad elemental de cuento de hadas que tiene la historia. Octavia Spencer, aunque un tanto encasillada, es un respiro de alivio en la claustrofobia generada por Del Toro.
¿Qué razones hay para NO ver La Forma del Agua?
A pesar de todas las flores y estrellas que le han arrojado a esta película, yo me distancio de esas extravagantes opiniones por la única y simple razón de que Guillermo del Toro dejó a un lado su visión para amoldarse a los deseos de los jurados del Premio de la Academia. Y eso en definitiva, no es arte.
Sí, La Forma del Agua es una película entretenida, divertida y humana, con alma y propósito, pero es una película a la que le faltó originalidad, esa originalidad que tuvo Del Toro en El Laberinto del Fauno y que aquí se diluye ante la posibilidad de ganarse un Oscar lamiéndole las bolas a los miembros de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood.
Lo anterior es bastante notorio en el hecho de que, aunque la película tiene una premisa muy fuerte (si no hacemos nada, no somos nada) la cinta pasa la mayor parte del tiempo haciendo discurso político y no desarrollando la mencionada premisa. Francamente decepcionante para un director del nivel de Guillermo del Toro.
En resumen: La Forma del Agua (The Shape of Water) es una película con todos los pluses que usted le quiera contar, desde la dirección, hasta la ambientación, pasando por las actuaciones y los diálogos; pero al final del día, la película no deja de estar enmarcada en las expectativas de los jurados de los Premios Oscar y no en la creatividad de su guionista y director. ¿Películas por encargo?
4,47 / 5,00
★★★★★