Reseñas X: Uno Al Año No Hace Daño (Excelente Opción Para Finalizar El Año)

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Una película colombiana que es fiel al género que promete, una comedia para reírse de principio a fin, con muy buenas actuaciones, una excelente dirección, una banda sonora acorde y sobre todo, la proporción correcta entre todos sus elementos que hace, que por primera vez, ilumine una luz de esperanza para el cine de comedia en nuestro país.

En lo referente al cine colombiano, sobre todo a los bodrios que suelen salir por la época de fin de año como Mamá, Tómate la Sopa, El Paseo 2, Muertos de Susto, o Mi Gente Linda, Mi Gente Bella, siempre hay muy poco que esperar, pero al igual que todos los años, al igual que la cena navideña, y el «faltan cinco pa’ las doce» el 31, ir a ver la película colombiana de navidad se ha convertido en casi una tradición, inflada por supuesto, porque es siempre la única película de la quedan asientos disponibles cuando uno se acerca a la taquilla. Pero a diferencia de lo que ha sucedido en los últimos lustros, desde que a Dago García se le ocurrió que era una buenísima idea lanzar películas colombianas en esta fecha, que en realidad sale un buen producto, de buena calidad cinematográfica, incluso mejor que su intento del año pasado, El Paseo 3, que no estuvo tan mal después de todo.

De las películas de Dago García podemos decir cualquier cosa, que es un director mediocre, que no sabe distribuir el drama en sus películas, que no acaba de entender el melodrama… y una larga serie de etcéteras que bien son del dominio público, lo único que no podemos decir de él es que no intenta entregar un mensaje en cada una de sus cintas. Y quizás es en la forma de entregar ese mensaje donde ha tenido la falla en sus anteriores trabajos.

En «Uno al año no hace daño» el mensaje es claro y está dirigido a reflexionar sobre el uso del licor. Pero a diferencia de otras películas colombianas del mismo tipo, uno no siente que sale regañado al final de la función, porque precisamente para dar ese mensaje, el argumento hace uso de todo tipo de situaciones de comedia que harán reír hasta el más amargado, que entró a la película porque no pudo conseguir entradas para Big Hero 6.

«Uno al año no hace daño» cuenta la historia del barrio Las Delicias, un barrio estrato 2/3 en Bogotá, vistos a través del lente de Marcos (Manuel Sarmiento), quien realiza un documental sobre el trago, haciendo un seguimiento a los vecinos del barrio. Es allí donde conoce a don Álvaro (Waldo Urrego) y a su esposa Pilar (Aida Morales), así como  auna serie de personajes que demostrarán que el trago, mal tomado y mal adquirido, puede desatar las situaciones más vergonzosas y peligrosa a las que alguien se pueda enfrentar.

Se destaca, y por amplio margen Aida Morales, que casi, casi tiene todo el peso de la película en sus hombros y lo mejor es que no le queda grande, es sin duda una de las mejores actrices con las que cuenta nuestro país hoy en día. Cabe destacar también a Katherine Porto, a quien no veíamos desde los tiempos de Hasta Que La Plata Nos Separe (o bueno, al menos yo no la veía) quien logra también una dualidad interesante entre mujer recatada y símbolo sexual. ¡Y qué símbolo!

Hay que destacar también la excelente dirección, con tomas profesionales, que demuestran que ha habido estudio por parte del director (Juan Camilo Pinzón), haciendo uso de todas las posibilidades que la cámara ofrece y no únicamente a las que había estado acostumbrado haciendo telenovelas para Caracol. Los diálogos son divertidos, con el tinte de reflexión al punto, y con escenas que sin duda generarán recordación en el público (atentos a la bandera de Estados Unidos). A los que digan que con eso se ridiculiza la clase trabajadora en Colombia, pues… la película no muestra nada que no sea cierto, así somos, y es mejor reírnos de eso, que echarnos a morir. Así de simple.

Me imagino que el director y los guionistas estuvieron poderosamente tentados a incluir una escena súper dramática al final de la cinta, para demostrar visualmente el peor escenario cuando se toma licor, pero afortunadamente decidieron seguir fieles al género de la cinta y hacer algo mucho más ligero, que es al fin y al cabo lo que el público busca en una cinta de fin de año y que no desdibuja el mensaje que se quiere enviar.

Una excelente opción para finalizar el año.

Calificación: 4.45/5.00

P.D. Esta es mi última Reseña X del año y probablemente mi última nota para este 2014, por lo que sólo me queda desear a todo el que la lea, un Feliz Año Nuevo 2015, donde espero seguir escribiendo hasta donde la voluntad, los dedos y la vista me lo permitan.  ¡Feliz Año!

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¿Para Quién Escribo?

Hace mucho tiempo que escribo. Desde aquellas locuras inspiradas por el programa de televisión de moda, pasando por los intentos fallidos de diarios, hasta las prolongadas sagas resumidas en inglés para que nadie las leyera, hasta finalmente este blog y las novelas y cuentos que he podido terminar, siempre me ha asaltado esta pregunta.

¿En realidad empecé a escribir para mi o para que otros leyeran lo que escribo? Quisiera creer que era una de las dos opciones, pero me estaría mintiendo a mi mismo, si he de ser sincero empecé a escribir con la esperanza de que otros me leyeran, aunque en realidad no era demasiado optimista. Me decía a mi mismo que si al menos una persona le interesaba lo que yo escribía me daba por bien servido.

Ahora, 3 años después de haberme lanzado al ruedo de escribir y publicar, me he dado cuenta que en alguna parte del camino he perdido parte de mi motivación inicial, en parte debido a que ya encontré mi propia voz.

Es un proceso complejo llegar a ese momento en que dices «así, así es como quiero escribir», pero también me he dado cuenta que en este proceso he cometido muchos errores, siendo el más grande de ellos esperar que a alguien le guste lo que yo escribo.

He decido escribir no esperando buenos comentarios, o felicitaciones o incluso vistas en mi blog, un blog en el que dicho sea de paso no gano ni un sólo peso, pero que me da la posibilidad de plasmar por escrito tantas cosas que pasan por mi mente y que quiero ver traducidas en palabras.

Quiero escribir para mí mismo, y ser yo el que se sienta contento y satisfecho con lo que escribo. Si a alguien más le gusta lo que hago es punto extra, pero no es mi objetivo número uno.

Extraño aquellos días en los que me sentaba frente al computador y escribía naturalmente, sin medir las palabras, sin pensar en quien o cuál se podría ofender con lo que escribo y sobre todo, sin discriminar temas porque no serían lo suficientemente interesantes. Quiero escribir lo que me sale del alma y del corazón, porque me hace sentir que tengo el poder sobre algo, porque es lo que siempre he amado a hacer desde niño, porque es lo que me hace sentir bien.

Quizás en unos días, en unos meses, o en unos años vuelva a sentirme satisfecho con lo que escribo y con lo que publicó, por lo menos ya empecé dando el primer paso.

Sobre El Dolor y La Muerte

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Dolor.

¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Qué pasa luego de la muerte? ¿Cuál es nuestro propósito en la vida? Tantas preguntas que nos hemos formulado desde que hemos tenido conciencia que nuestro tiempo en este planeta es limitado y buscando la remota esperanza que luego que dejemos de respirar exista algo más, algo más que putrefacción y destrucción, nos hemos aferrado a alguna de los cientos de miles de creencias que proliferan en el mundo.

¿Qué es el miedo a morir? ¿Es acaso el miedo a la muerte lo que sentimos o es más bien el miedo a dejar de vivir? Podrías imaginar que no hay cosa más aterradora que enfrentarse a la posibilidad de cesar de existir ¿Acaso la vida es tan bella, justa y armoniosa que nos destruye tan sólo la idea de que va a acabar? No debe ser eso ¿Es el dolor? Si, el dolor, todo lo relacionado con la vida y la muerte y el miedo a morir se resume en el miedo al dolor.

Sufrimos a diario, el dolor es parte de nuestra vida, físico o emocional ¿Qué pasa con la muerte? Sentimos miedo de morir porque la muerte es sinónimo de dolor, dolor en el que muere, dolor en los que lo rodean, dolor al ver que hubo tantas cosas que se dejaron de hacer por cobardía, por miedo, por las injusticias?

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Vida.

Aprender a vivir con el dolor, suena imposible, aprender a tolerarlo, aún más … Pero ¿Cuales son en realidad las opciones? Si hemos aprendido a vivir con dolor, en pequeñas dosis, en pequeñas cantidades ¿Es imposible tolerar lo peor? ¿Es imposible asimilar todo y seguir adelante? ¿Es posible escapar de los brazos de la muerte sólo asimilando el dolor? Y la pregunta más importante ¿Que tanto perdemos cuando aprendemos a superar el dolor?

Algunas Reflexiones Sobre La Suerte

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¿Es la suerte un mito o una realidad?

Nunca he sido en realidad supersticioso, al menos no como María Cecilia Botero, de quien se rumora que cuando estrenó un programa vespertino hace varios años, no permitió que nadie que vistiera el mismo color de ella entrara al estudio.

Pero a pesar de todo, siempre hay momentos en que la superstición me gana, no tanto porque crea en ella o no, sino porque en ciertos casos parece tan contundente que le deja a uno la duda.

Creo que las únicas «supersticiones» que tengo son más costumbres arraigadas que otra cosa, como levantarme con el pie derecho o dar los buenos días en Facebook o Twitter.

Pero la suerte es algo bastante relativo, por lo general las cosas malas suceden en su gran mayoría por que uno ha hecho las cosas mal con anterioridad, como cuando uno ha sido perezoso o negligente en su trabajo o en sus estudios o por ejemplo cuando no ha cuidado bien su salud.

Hace un par de días me mojé en el aguacero y una tos persistente que ya tenía se convirtió en una fuerte gripa ¿Es mala suerte? No creo. Que se me reventó uno de los auriculares de mis audifonos ¿Mala suerte? No, fue descuido, porque por lo general los guardaba en mis bolsillos y cuando los sacaba los halaba con fuerza sin tener el más mínimo cuidado. ¿Que se me perdieron las llaves? Pues es de nuevo por el descuido y por el desorden que por lo general tengo en mi morral y en mi habitación.

Ahora que sucedan todas esas cosas al tiempo es solamente un acto de casualidad, la suerte la labramos todos nosotros, todos los días haciendo las cosas correctamente. No podemos esperar que nos vaya bien si hacemos las cosas mal.

Por tanto es hora de reflexionar sobre la suerte y sobre las cosas que hacemos día a día. A lo mejor podamos podamos tener muchos golpes de buena suerte después.