Amar a Muerte es la cuarta versión del clásico de 1992, En Cuerpo Ajeno, protagonizado por la diva colombiana Amparo Grisales. Pero a diferencia de las otras versiones, esta es la primera que se produce para Televisa y Univisión, un sector del mercado mucho menos acostumbrado a las complejas narrativas que nos dejó en su tiempo el escritor Julio Jiménez ¿Logrará Amar a Muerte el mismo éxito que su versión original, y su segunda versión en Telemundo? ¿O será un fracaso total como el bodrio protagonizado por Laura Flores, En Otra Piel? A continuación, las respuestas.
Para empezar esta corta nota, debo confesar que hace más de quince años no veo una telenovela, ni nacional, ni extranjera, de principio a fin. Desde aquella época, en la que «Paquita Gallego» y «Betty, la fea» literalmente paralizaban al país, y como consecuencia de (1) mis responsabilidades en la universidad y luego en mi trabajo; (2) mi creciente interés por las series estadounidense y (3) la aparición del Internet, las telenovelas colombianas, y latinoamericanas en general han estado por fuera de mi espectro de atención, siguiendo esporádicamente algunos capítulos cerca de la hora de comer o en la noche, o siguiendo un puñado hasta el final, precisamente por haberlas agarrado en sus últimos capítulos.
Televisa, la empresa mediática más grande habla hispana y segunda en América Latina detrás de Red Globo en Brasil, se precia de ser la productora más importante de telenovelas a nivel mundial, y de ellas, los openings, intros o entradas o cabezotes, como se les conoce en otras partes del mundo son parte esencial. Pero de vez en cuando salen con unas barrabasadas, que dejan a más de uno con la boca abierta, he aquí una recopilación de las 10 peores entradas de las telenovelas de Televisa.
10. Camaleones.
Lo peor de esta entrada no es la canción, que al menos es medio decente, pero es de las entradas menos creativas en la historia de televisa, puras escenas calcadas de la novela, Sherlyn llorando y Edith Gonzalez caminando. ¿Ya? Y la fuente de los créditos … #LGPM, ni que estuvieramos en 1970, por favor. Ese color dorado no pega con nada. Y para terminar de completar, nadie a esas alturas se comía el cuento de que Poncho Herrera y Sherlyn estaban en edad escolar aún. Por favor.
9. Pobre Niña Rica.
Además de la canción que compite por la más ridícula en la historia de las telenovelas, el sólo hecho de poner a Victoria Ruffo con uniforme de colegiala y colas estilo chilindrina, la hace merecedora del noveno puesto en esta lista.
8. María José.
Que asco de canción, no sólo la letra es espantosamente ridícula, sino que además condensa toda la novela en medio minuto. Definitivamente a Juan Osorio se le nota el pésimo gusto que tiene, y no solamente por haberse casado con Niurka.
7. María Belen.
«María Belen, fuiste elegida para hacer el bien»? Mejor déjenle las novelas infantiles a Tatiana y a OV7.
6. Verano de Amor.
Pues cuando se dieron cuenta que esta novela reencauchada no iba a ser ningún hit, como que decidieron no volver a invertirle un peso y la segunda entrada parece sacada de los archivos de Inravisión (o del Telesistema Mexicano) por favor, si van a fracasar, háganlo con elegancia.
5. Mujeres Engañadas.
¿En serio? ¿Laura León con un vestido amarillo ajustado al cuerpo, del mismo color de su pelo, por minuto y medio? ¡MIS OJOS!
4. Rosa Salvaje.
La canción infantil no pega en nada con Verónica Castro, que ya para esa época andaba en sus 30 y nadie se cree el cuento de que es una niña. Por favor. Al menos se hubiese inventado algo menos cursi.
3.Código Postal.
Listo, la canción es pegajosa, Jery Sandoval es divina y todo, pero esa mezcla entre Clase de Beverly Hills y Guardianes de la Bahía que hicieron al inicio da es risa. jajajajajajajajaja
2. Mar de Amor.
La canción muy chevere, la dirección muy artística ¿entonces por qué está en el segundo puesto? Dos Palabras: Ninel Conde. Los primeros 30 segundos vemos tanto de Ninel Conde que hasta parece ella es la protagonista y eso de que «La Gran Actriz y Cantante». Ay Por Favor.
1. Simplemente María (Etapa 2).
El culebrón más largo de México, luego de una entrada boba en su primera etapa remató con esta que parece una mezcla entre concurso animado por Pacheco y Don Francisco, y comercial de crema de dientes. Hasta parece que al final luego de verlo nos fueran a dar un premio. Pero no espere tanto.
¿Qué tal le parecieron? ¿Faltó alguna, sobró alguna? Espero comentarios.
La Que No Podía Amar. Cuarta Versión de Una Obra de Delia Fiallo.
La crítica por lo general es feroz en cuanto a los remakes o refritos se refiere, no solamente en la televisión, el cine y la música han tomado mano de este recurso desde sus origines por más antiguos o recientes que sean. Las primeras telenovelas (Cuba, Brasil, México) no eran otra cosa que remakes de las populares radionovelas que tanto impacto tuvieron antes que hubiese un televisor en cada hogar.
Aunque al principio cada país productor se esforzaba por mantener su identidad, echando mano del talento nacional, el carácter corporativo de las grandes cadenas de televisión ha hecho que en muchas ocasiones sea más fácil, menos arriesgado y hasta más barato sencillamente realizar nuevas versiones de historias ya hechas.
No se puede hablar de las telenovelas sin mencionar, por supuesto, a la creadora más prolífica y exitosa del genero: la escritora Delia Fiallo. Cubana de nacimiento y radicada en Miami desde su juventud, empezó su carrera en su natal La Habana tan lejos como en 1949 y casi 40 años después dio el punto final a su obra con el estruendoso éxito mundial de Cristal.
El caso de Delia prueba que los remakes son un arma de doble filo. Las versiones originales de las telenovelas creadas por la cubana se hicieron en Venezuela, pero pronto otros países empezaron a hacer sus propias versiones, incluso Colombia, que tan reticente ha sido a los remakes (hasta hace poco), de la mano de Jorge Barón produjo dos de ellas con Lucerito y Paloma.
La empresa más importante de habla hispana, Televisa ha hecho remakes de la señora Fiallo desde 1986 con Monte Calvario que en su versión venezolana original se llamaba «La Mujer Que No Podía Amar», y desde entonces se han hecho muchísimas más siendo Esmeralda (1997) la más exitosa.
A partir de 2000, Televisa compra todos los derechos sobre las obras de la señora Fiallo, pero todos los productores se han sorprendido enormemente al ver como los exitos contundentes de antaño muy poco le heredan a sus versiones mexicanas ¿Por qué? La misma Delia Fiallo ha señalado que no el problema fundamental ha sido el de quitarle el alma a sus historias. Dos historias prueban que quizás Fiallo no está del todo equivocada. Esmeralda y Cuidado con el Ángel (en su primera parte) han sido las más fieles a sus versiones originales y su éxito ha sido indiscutible. Pero otras como Mariana de la Noche y Mar de Amor han pasado sin pena ni gloria.
Delia Fiallo vendió sus obras al mejor postor en Televisa, ahora dice arrepentirse.
El problema no es tanto si la obras se adaptan o no, el problema es quien las adapta. En el caso de Mariana de la Noche y Triunfo del Amor, la adaptadora Liliana Abud, tiene una visión muy diferente de la visión de Fiallo. No por eso deja de ser una excelente escritora, pero tratar por la fuerza de mezclar dos estilos tan distintos, la mediocridad no se hace esperar.
Carlos Romero entendió muy bien la esencia de la versión original de «Cuidado con el Ángel» y los buenos resultados no se hicieron esperar. Un caso interesante también ha sido el de «La Que No Podía Amar» que es la cuarta versión de «La Mujer Que No Podía Amar» a pesar de estar fuertemente adaptada, esta nueva versión conserva la esencia melodramática mezclada de la original con elementos mucho más modernos, la adaptadora Ximena Suarez quien también ha adaptado otras como Teresa (2011) y Alma de Hierro (2008) parece tener mucho más claro que el significado de «adaptar» como «mejorar» y no como «cambiar». Su trabajo ha tenido un recibimiento excelente por parte del público y la crítica.
¿En dónde esta la falla entonces? El problema fundamental con las versiones de la señora Fiallo es que cuando ella vendió sus obras, prefirió recibir el bono extra de dinero que le quitaba la opción de opinar sobre sus productos. Ni siquiera J.K. Rowling cometió semejante despropósito de vender sus obras a ojo cerrado, la autora se reservó muchísimos derechos incluyendo la opción de participar en la elección del elenco, opinar sobre las locaciones, los escenarios y se reservó así mismo muchos derechos referentes a la distribución.
Habiendo hablado sobre este tema, que quizás es el más polémico en el asunto de las adaptaciones, en la segunda parte de este post se hablará sobre los remakes o refritos, pero esta vez en Colombia.
Vergüenza. Eso es lo que debería darle a Fernando Gaitán, Vicepresidente de Contenidos del Canal RCN. Luego de haber tenido un año de éxitos sostenidos para la calidad de esos contenidos que el mismo ha supervisado, producido y hasta escrito en algunos casos, lo que ha sucedido con la telenovela, que se supone es el homenaje al Joe Arroyo, es la peor mancha del canal desde que se fundó hace ya 14 años.
Luego de la muerte del ídolo musical se han destapado una serie de ollas podridas que apuntan a que su viuda en realidad lo convirtió en una máquina de producir dinero, a costa de su salud y su bienestar. Aunque no es a mi a quien le debe constar todo eso, lo cierto es que era notorio en las entrevistas y en los mismos apuntes de entretenimiento por parte de las largamente acusadas de serprepago presentadoras del entretenimiento de ese canal que le costaba trabajo caminar y hablar, pero curiosamente aunque su salud parecía no andar tan bien parecía que ocupaba gran parte del noticiero de ese canal, obviamente como estrategia publicitaria… Que el Joe recibió la muerte de Esthercita Forero, que el Joe le dio el visto bueno a los actores de la novela, que el Joe le dio el visto bueno al Mundial, que el Joe le cantó a su esposa, que el Joe, que el Joe, que el Joe. Por Dios un zumbido permanente en ese canal que era molesto y encima de eso todas las emisoras de radio de RCN ponían día y noche la música del Joe, es decir el Joe salía hasta en la sopa.
Pero la causa de esa cantidad exagerada de promoción, la telenovela, es bastante cuestionable. Todo el mundo ha hablado que la historia que presentan en la telenovela es 99% pura y simple ficción. El enfoque descarado sobre el personaje de Jackeline Ramón, que es sobre quien parece girar la novela en muchas ocasiones y ese apuro por presentarla como la chica pura y buena hace pensar que en el contrato en el que se cedieron los derechos para llevar a la pantalla chica la historia del Joe, debe haber muchas clausulas sobre la forma en que los libretistas debían presentar el personaje. Es un secreto a voces que esta señora no conoció al Joe cuando eran jóvenes en el paroxismo del carnaval de Barranquilla, sino que la conoció tiempo después y hasta algunos, entre ellos Mary Luz, la ex-esposa del Joe, afirman que la conoció estando embarazada de Diomedes Diaz. Y es una verdadera porquería que se le quiera meter en la cabeza a los Colombianos, que esa señora era tal cual y como la pintan falsamente en esa telenovela.
Los mismos diarios El Tiempo y El Heraldo han puntualizado en muchas ocasiones y en varios artículos que la forma en que murió el Joe raya en la negligencia criminal de su esposa, y mientras tanto RCN pintándola como una santa estilo María la del Barrio.
Aunque es claro que una telenovela no puede retratar con toda fidelidad una biografía sin caer en el fondo del rating, era posible hacer la historia de manera fidedigna, pero la avaricia de los directivos de RCN decidieron apresurarse y firmar a todo costo, para lanzar la telenovela y ganar millones con las ventas de ringtones, cuadernos y sobre todo publicidad en su parrilla.
Tenían mucha razón todos aquellos que criticaban a ese canal por su parcialidad informativa, que ahora no sólo se queda en sus noticieros, sino que se vende a Colombia entera a punta de telenovelas. Que Vergüenza.