
Luego de una execrable primera parte, y una segunda entrega más o menos interesante, Peter Jackson cierra su ciclo en la Tierra Media con la tercera y última parte de la serie precuela de «El Señor de los Anillos» titulada «El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos». Aunque con el afán que tienen los estudios por producir franquicias de cualquier película pendeja que salga, no me sorprendería que dentro de dos años salgan con la trilogía de «El Simallirion», los Valar no lo quieran.
«La Batalla de los Cinco Ejércitos se basa en las últimas páginas del libro infantil de 365 páginas «El Hobbit«, pero a diferencia de la obra de Tolkien donde la batalla se suscita, se desarrolla y se termina en el término de un par de capítulos, Jackson extiende los hechos por casi dos horas y media, dejando mucho que desear en el proceso, aunque por lo menos, esta película es mucho menos mala que «Un Viaje Inesperado» que se cuenta entre las películas más malas que haya visto la raza humana desde la invención del cine.
En esta (esperemos todos) última entrega de la saga de La Tierra Media, vemos como Bilbo Bolsón se encuentra en medio del enfrentamiento descomunal por la Montaña Solitaria y sus tesoros fabulosos, luego de la derrota final de Smaug por parte de alguno de los protagonista de la película, cuyo nombre no voy a decir para no dañarles los primeros diez minutos de la cinta.
El enfrentamiento reúne al ejército del pueblo del lago (Ejército Número 1) liderado por Bardo, el pescador (Luke Evans) quien busca únicamente el bienestar para su gente luego de la destrucción provocada por Smaug; el ejército de elfos (2) de Thranduil (Lee Pace, el de Pushing Daisies), que busca las gemas blancas de luz de estrella, por razones que aún no termino de entender; el ejército de enanos (3), liderado por Dáin, Pie de Hierro, primo hermano de Thorin, Escudo de Roble (¡Qué nombres tan originales!) cuyo objetivo es reclamar toda la montaña solitaria y sus tesoros para los señores enanos; y los dos últimos ejércitos… uno liderado por Azog (4), y el otro por Bolg (5), orcos bajo el comando del Necromante… es decir de Sauron, que apenas empezaba a develar sus intenciones en aquella época.
A diferencia de «El Retorno del Rey», ganadora de casi todos los premios Oscar por allá en 2004, «La Batalla de los Cinco Ejércitos» dista mucho de ser una obra épica del cine contemporáneo, sucumbiendo muy pronto a su destino de película taquillera, con todo lo que ello implica: situaciones graciosas sin sentido, personajes que cambian de opinión cada cinco minutos, peleas cuerpo a cuerpo con tintes de suspenso, romances condenados y soluciones de última hora (aunque en esto último, el mismo Tolkien era un maestro). Es debido a esa cualidad de película taquillera con todos los clichés clásicos del cine estadounidense, que a la mayoría considerará que la película es «buena», cuando lo que en realidad quieren decir es que es entretenida y divertida por momentos. Pero como todo Blockbuster es una película de ver y olvidar, con muy poco que dejar para la posteridad, salvo el hecho de que ahora todo el mundo lo piensa dos veces antes de considerar a las películas de «El Señor de los Anillos» como unas obras maestras como lo habían hecho hacía unos años.
«La Batalla de los Cinco Ejércitos» tiene como gran fortaleza las secuencias de las batallas, aunque no deja de ser molesta la calidad un tanto deficiente de los gráficos de computador que se utilizaron. Las escenas cuerpo a cuerpo fueron mejores logradas, con un toque dramático sutil que es positivo para el desarrollo de las mismas. Luke Evans (Bardo) se luce en su papel, dejando en claro que le luce más el papel de héroe que el de villano. Y también hay que anotar que es en esta película donde se ve una de las mejores escenas de toda la franquicia de la Tierra Media, protagonizada, por supuesto, por Cate Blanchet, en un enfrentamiento épico con… bueno, tampoco esperaban que se los dijera ¿no?.
Pero estos puntos positivos no subsanan del todo lo vacía que se ve la película por momentos. La relación entre Bilbo y Thorin, al igual que la de Tauriel y Kili, se notan forzadas, por el afán de darle prioridad a las escenas de acción, así mismo el carácter heroico de Bardo se ve minado por su participación en la parte de «comedia» que le incluyeron a la fuerza a la cinta.
Ya para concluir, no estoy seguro de que el final haya sido apropiado, es decir, yo lo pude entender porque leí el libro y sé donde terminaron muchos de los personajes principales, pero para el espectador promedio que ni siquiera debe saber que hay un libro que se llama «El Hobbit», debe ser preocupante que se haya dejado en vilo el destino de tantos personajes, sin una aclaración final, aunque la opción quizás era peor, porque ya de por sí, la parte final fue mucho más larga de lo que hubiese esperado, quizás en un último afán por permanecer fiel a la obra de Tolkien, idea ridícula luego de todos los cambios que le hicieron.
Una película que pudo haber sido mucho mejor, pero que así como quedó tampoco es que haya sido una perdida completa.
Calificación: 3.89/5.00
Título: El Hobbit, La Batalla de los Cinco Ejércitos.
Director: Peter Jackson.
Protagonistas: Martin Freeman / Ian McKellen / Richard Armitage
Producción: New Line Cinema / Metro-Goldwyn-Meyer / WingNut Films
Distribución: Warner Bros. Pictures.
Duración: 144 Minutos.