Los 7 Reinos De Colombia.

¿Qué tienen en común los Siete Reinos de la fantasía de G.R.R Martin con el país del Sagrado Corazón de Jesús? Pues aunque pareciera ser que muy poco, la verdad los parecidos son muchos. Al igual que en Juego De Tronos, donde los Siete Reinos son un reino pegado con alfileres a pesar de las obvias diferencias entre cada una de sus provincias, bueno pues lo mismo pasa aquí. La única diferencia notoria es que Aegon, el Conquistador tuvo que aterrorizar a los habitantes de Westeros a punta de dragones para que se unieran en una sola nación, aquí en Colombia, no tuvo que venir ningún Targaryen, ni ninguna criatura mitológica, nos hemos quedado pegados los paisas, los costeños, los rolos y los santandereanos, aguantándonos lo que nos imponen la decadente y criminal elite bogotana que ni dragones tiene, y aún así le siguen subiendo a la gasolina, le siguen subiendo al IVA y siguen dejando a María Fernanda Campos como Ministra de Educación, uniformandonos a todos como si los Guajiros fueran iguales que los Chocoanos o los Araucanos. Pero en fín, he aquí los siete reinos de Colombia.

Reino Número 1: El Norte.

También conocido como la Costa Atlántica. Es una de las regiones que constituyen a Colombia y era la región más rica y prospera de América del Sur antes de que se les ocurriera la maravillosa idea de rebelarse contra los españoles para dejarse mandar por los rolos. La región ha estado dominada por los turcos desde tiempo inmemoriales, razón por la que los curas lanzaron una maldición y El Norte quedó a merced de un verano que lleva más de 500 años y nada que se acerca el Invierno. Las temperatura alcanzan los 45 grados adentro del aire acondicionado, y el solazo que hace es tan intenso que a la gente le da pereza ir a trabajar, por eso mismo apenas medio baja el sol los norteños salen a celebrar que medio baja la temperatura, por lo que cualquier día es bueno para armar la parranda. Sus habitantes son los Guardianes del Norte y nos protegen de peligros como los piratas del caribe, Godzilla, el Kraken y otras bestias de cuidado.

Estandarte: Una Hamaca.

Lema: ¡Ay Hombe!

Apellido de Bastardo: Playas.

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Estandar de El Norte.

Reino Número 2: Las Tierras del Occidente.

También conocidas como Paisalandia. Originalmente fue un reino fundando por aquellos que se aburrieron de vivir Bogotá y sus alrededores y se fueron a colonizar el occidente, creyendo que se iban a librar de los rolos, pero vamos a ver que aparecieron en el mapa de la Nueva Granada y ni siquiera les pidieron permiso. Como les tocó sudarla para sacarle partido a una tierra llena de desfiladeros y montañas, eso le sacan partido a lo que sea. Se dicen que son «echaos pa’ delante» pero porque si retrocedían se iban al fondo de alguno de los numeros abismos que hay en esas tierras. A pesar de que los rolos les roban   solicitan parten de sus ingresos por cuenta de los impuestos,  Las Tierras del Occidente son las más ricas del país, allí es donde siembran el café, tienen la ferias de moda y donde está el único metro del país. Los paisas son los Guardianes del Occidente, por eso nos defienden de los peligros que acechan el Uraba y el Darien, como por ejemplo King Kong, las Bacrim, entre otros peligros.

Estandarte: Un Carriel.

Lema: ¡Eh, ave María!

Apellido de Bastardo: Parcero.

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Reino Número 3: Las Tierras del Oriente.

También conocidas como los Santanderes. Fue el primer reino al cual se largaron los que se aburrieron de vivir en Bogotá, más cuando dijeron que había oro, así que se fueron por el paso del pescadero donde más de uno dejó las tripas y empezaron a fundar pueblos ahí, uno de ellos San Gil se destaca por ser el único pueblo del país que tiene un Tribunal Superior de Justicia. Al igual que en las Tierras de Occidente, nadie les pidió permiso para que los incluyeran en la Nueva Granada, pero como allá fue donde armaron el avispero con la Rebelión de los Comuneros no les quedó de otra. Los santandereanos son los Guardianes de Oriente y nos protegen de bestias inimaginables como Hugo Chavez o las Hormigas Culonas, aunque todavía nos sorprende que se les haya escapado Laura Acuña, que es diez veces peor.

Estandarte: Una Hormiga Culona.

Lema: ¡Cual es la joda, mano!

Apellido de bastardo: Abismos.

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Reino Número 4: Los Llanos.

También conocido como … ah sí los llanos, es una tierra fundada por los rolos y santandereanos que quisieron tirárselas de gringos y conquistar el Viejo Oeste, sin saber que los llanos quedaba en el Este y que eran Venezolanos, pero igual llegaron hasta el Rio Orinoco y si no siguieron fue porque no querían llegar a las tierras donde si había petroleo. Se dice que sus habitantes son descendientes de Juan Harvey Caicedo y La Dama de Troya y que de ellos heredaron el gusto por las discotecas y los sitios de rumba. Como se creen  son vaqueros siempre anda con un sombrero y con una pistola en la mano, porque nunca se sabe a que horas les toque arriar ganado o matar a un cuatrero. Los llaneros eran los Guardianes de Oriente, pero como Chavez podía invadirnos más fácil por Cucuta, le dieron ese título a los Santandereanos. Aún así, los llaneros nos defienden de peligros como los chigüiros y los parques nacionales donde se pierde la gente al mejor estilo de Lost.

Estandarte: Un lazo de vaquero.

Lema: ¡Arreee!

Apellido de bastardo: (adivinen) Llanos.

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Reino Número 5. La Jungla.

También conocida como la Amazonía, es la región más inexplorada e inhóspita de los siete reinos. Fue reclamada por los Reyes del Transmilenio, de las atrevidas manos de los Peruanos que se atrevieron a reclamarlas, a pesar de que en Bogotá ni sabían que existía de no ser por La Vorágine. La Corona envió un buque a darse la vuelta por Brasil y se dice que los soldados colombianos se aliaron con las anacondas para sacar de Leticia y del Amazonas al resto de los colombianos, para sorpresa de sus habitantes, el presidente de Colombia, que no sabía un culo  nada de geografía termino firmando un tratado donde le daba a los Peruanos más tierras de las que habían invadido y se fueron a Lima muertos de la risa. Por cuenta de la excesiva atención que le prestan desde Bogotá, a los amazónicos les terminó pareciendo mejor idea parecerse a Brasil y no a Colombia, más cuando el ejercito solo se aparece por allá cuando van a rescatar a Ingrid Betancourt y esas cosas. Los amazónicos son los Guardianes del Sur y deben defendernos de peligros tan letales como La Anaconda, aunque se dice que en caso que vean una la van a mandar directo al palacio de Nariño para que respeten.

Estandarte: Una Anaconda

Lema: ¡Ai si EuTe Pego!

Apellido de bastardo: Rios (porque eso si es lo que abunda por allá).

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Reino Número 6: El Tolima Grande.

Curiosamente El Tolima «Grande» es el más «pequeño» de los reinos de Colombia y teniendo en cuenta que el 75% de su territorio son abismos escarpados de las cordilleras central y oriental, y otro 15% le corresponde al rio, sólo el 10% del territorio es habitable, inicialmente era parte de las tierras de la corona, más conocidas como Bogotá, pero decidieron darle su propio reino para que al menos tuvieran platica para invertirle a Melgar y no se la malgastaran los políticos en los antros de Chía. Los opitas no son guardianes de nada, porque andan muy ocupados pendientes de las lechonas, los tamales y el jorópo, además que siempre deben tener las maletas listas en caso de que El Volcan Nevado se le de por estallar. Hace tanto calor como en El Norte con la diferencia que por allá como están encerrados por las montañas no llega la brisa de mar.

Estandarte: Una Lechona

Lema: ¡Ay Carmentea!

Apellido de bastardo: Ruiz (por aquello del Volcan).

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Reino Número 7: El Valle (Y Anexos)

También conocido como «El Pacífico» pero teniendo en cuenta que en TelePacifico sólo ponen noticias del Valle y que para ir a a cualquier punto de este reino hay que pasar por El Valle, los otros departamentos son más bien anexos. El Valle era originalmente la tierra más rica de Colombia con amplias haciendas, pero luego de que acabaron con la esclavitud los Paisas les ganaron. Al contrario de lo que cualquiera podía esperar, el reino del Valle se volvió un reino rumbero donde hacen Feria para conmemorar el año, hacen carnavales en Enero, en Pasto y todos los fines de semana hay maratón de Salsa, fue en el Valle donde se inventaron los días festivos, para dicha de todos los demás reinos por lo que lo tienen en gran estima. El territorio del Chocó hace parte de este reino, pero últimamente los paisas andan metiéndose mucho por allá, aunque en El Valle no les importa mucho eso, siempre que no les quiten la música. Los vallunos son los Guardianes del Pacífico por lo cuál deben defendernos de las Ballenas Jorobadas, Los Tsunamis y el Emperador del Japón. Para ahuyentar esos peligros decidieron hacerle una estatua a un gato, que es el que mantiene las cosas en orden.

Estandarte: Un Vaso de Cholao

Lema: ¡Somos pacífico … estamos unidos!

Apellido de bastardo: Salsa.

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 Las Tierras de la Corona.

Las tierras de la corona no son un reino en sí, nunca se ganaron ese derecho puesto que la única razón de su existencia es dominar a los otros siete. Ahí tiene asiento el Rey del Transmilenio, o Presidente de la República. También se conoce como el Altiplano Cundiboyacense y fue elegido por los Virreyes españoles como el centro administrativo del país porque eran unos pendejos que no les gustaba el calor y se mamaban el viaje por el Magdalena, luego la subida a lomo de negro desde Honda a Bogotá sencillamente para ahorrarse unas gotas de sudor. Las tierras de la corona tienen su centro en Bogotá, que algunos dicen que es una ciudad, aunque otros están de acuerdo en que es más bien un desorden. Su único orgullo es un cerro con una iglesia arriba y unos buses que pasan llenos de gente y siempre son las victimas favoritas de los piedrazos en las manifestaciones de los desadaptados que por allá abundan. Las tierras de la corona también tienen unas islas externas llamadas San Andrés, Providencia y Santa Catalina donde los rolos van de vacaciones, cuando no tienen plata para ir al exterior y no quieren ir a Cartagena o Santa Marta. Los habitantes de las tierras de la corona son los más brutos inocentes de los siete reinos de Colombia, han elegido a tres alcaldes inútiles de seguido. Y luego se quejan de que la ciudad es un caos.

Estandarte: El Hipnosapo (por aquello de que Petro es el alcalde)

Lema: ¡Todos cabemos (en el Transmilenio!)

Apellido de bastardo: Huecos.

petrohipnosapo

Y usted ¿qué opina de los siete reinos de Colombia?

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Soy Del Verde … Y Soy Feliz. Memorias de un Costeño hincha del Nacional.

Por EDGARDO DIAZ BAENA @EDGUI1

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«Soy del verde soy feliz» grita emocionada la fiel hinchada que va alentar al estadio cada vez que se presenta el club de mayor popularidad del futbol colombiano, hay quienes pertenecen a regiones diferentes de donde nació la corporación deportiva atlético nacional y constantemente están expuestos a la típica critica, que se hace cada vez más fuerte. El cuestionamiento es el siguiente, ¿por que eres hincha de nacional si no naciste en Medellín o sus alrededores? Es bastante incomodo enfrentarse a ese cuestionamiento casi a diario, cuando se te da por gritar a viva voz “soy del verde soy feliz” cada vez que el histórico nacional consigue un nuevo título.

Si nos remontamos a la historia, encontramos que no hay club en Colombia que haya conseguido más títulos en el futbol nacional, que la corporación deportiva atlético nacional, mencionar su extenso palmares seria alardear de una fructifica campaña desde sus inicios hasta tiempos modernos. Mejor revísenla ustedes mismos .

Justamente en 1989, en casa ajena, (esto lo digo porque el suceso que voy a contarles no pasó en casa de los que visten de verde y blanco  sino en el estadio Nemesio Camacho el campin la casa de Millonarios y Santa Fé) se jugaba la vuelta de la final de la Copa Libertadores de América el torneo más importante del continente americano y que nunca antes había ganado un equipo colombiano, el equipo que en ese entonces dirigía francisco Maturana, venia de caer 2 por 0 ante el club Olimpia de Paraguay en un difícil encuentro jugado en la ciudad de asunción. El equipo verde se encontraba con un panorama poco alentador tenía la obligación de remontar un difícil 2 a 0 en contra, ante un rival que no era el favorito, sin embargo «El Campín» de Bogotá lucia un lleno total, me atrevo asegurar que el engalanado equipo de Millonarios con todo y su súper estrella Alfredo di Stefano y mucho menos Santafé habrían llevado tanta gente al estadio, el marco era impresionante y la tarea era difícil, pero el público no le falló a nacional Bogotá, Medellín y toda Colombia, estaba atenta al emocionante encuentro que sostendría esa noche el equipo que poseía los mejores jugadores de Colombia.

El cotejo en el primer tiempo termina 0 a 0, el nerviosismo en los más de 50.000 espectadores aumentaba, pero el publico confiaba en el equipo verde y que sus figuras pronto aparecerían. Y fue así, tras el constante ataque del local que en un violento ataque nacional forzó un gol en contra por parte de uno de los centrales del rival, nacional se volcó al ataque y luego de un desborde de «El Palomo» Usurriaga consigue el segundo gol, el que le daría la oportunidad de disputar en penales la final a el equipo local.

Bueno toda esta pequeña reseña histórica no termina aquí y es solo un preámbulo para explicar el por qué, muchos colombianos no nacidos en Medellín y sus alrededores son fieles hinchas de la corporación deportiva atlético nacional, si lo que les he relatado hasta aquí, no los convence entonces quiero dejarle la parte final de esta historia al gran narrador deportivo y culpable de muchos ataques al corazón a amantes del deporte el SEÑOR EDGAR PEREA.

En esta narración se puede escuchar a un patriota no diciendo que fue NACIONAL el que gano, el grita a todo pulmón COLOMBIA campeón de América y es que eso significaba en ese momento tan importante triunfo, no era NACIONAL el que ganaba. En ese instante triunfaba COLOMBIA.

El estadio engalanado lleno de banderas verdes y blancas parecía que se iba a caer, todos brincaban cantaban no se lo creían lo imposible era posible, gracias a esos gladiadores que dieron todo en la cancha, el país era una locura en ese instante todos hacían fuerza por el equipo paisa y como no hacerlo si, el plantel de NACIONAL era la base de la selección Colombia que en ese entonces, le daba alegrías seguidas a todo el país, en el nacional campeón demostraban su talento la columna vertebral de la selección Colombia: René Higuita, Luis Carlos Perea, Andrés escobar, Leonel Álvarez , el “chontico” Herrera, “Barrabas” Gómez, Albeiro Uzurriaga, Alexis García, entre otros. Prácticamente a este equipo le quitaban la camiseta de NACIONAL y le ponían la de la SELECCIÓN COLOMBIA y sumaban al GRAN PIBE VALDERRAMA Y A FREDY RINCON Y Sin olvidar que ese glorioso equipo era dirigido por francisco Maturana, tambien director técnico de la selección Colombia que buscaba su paso al mundial de Italia 1990.

No trato de convencer a nadie que se haga hincha o simpatice con la corporación deportiva atlético nacional, Es que no me cabe en la cabeza quien no se sienta orgulloso de un equipo que solo lo conformaban jugadores nacidos en Colombia, dirigidos por un colombiano. Solo quiero tomar la voz de muchos hinchas que sufren a diario críticas y agravios por ser seguidor de un equipo, que al pasar de los años ha demostrado un buen nivel futbolístico y un exquisito gusto por el juego bonito.

Ser seguidor del Verde no es ser triunfalista, ser seguidor de Nacional es ser amante de un fútbol bonito, es ser seguidor de un equipo que tiene jerarquía y que no se amilana ante nada, que deja el nombre de Colombia en alto cada que toca representarla. Ser seguidor del Verde es ser feliz. «Soy del Verde, y soy feliz»

Memorias de mis viajes: Barranquilla.

Siempre he tenido una relación bastante peculiar con Barranquilla. Desde niño he escuchado todas las opiniones habidas y por haber sobre la ciudad y sus habitantes. Me parecía extraño que algunos hablaran tan bien de la ciudad y otros opinaran totalmente lo contrario.

Tal vez la razón de tal discrepancia es sencillamente que no hay solamente una Barranquilla, sino muchas que da la casualidad comparten la misma ubicación, el mismo espacio vital.

Tal vez no seré yo el más indicado para hablar de las fortalezas y debilidades de una ciudad en la que nunca he vivido y en el que sólo he estado de paso, por algunos días cuando mucho. Sin embargo creo poder expresar mi opinión sobre la ciudad, su gente y sobre todo lo que ofrece.

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Museo del Caribe

Quizás lo que sorprende en primera instancia de Barranquilla al compararla con otras ciudades, al menos en el Caribe Colombiano, es su rígida cuadricula urbana, y es que en Barranquilla, salvo en unos contados puntos, es imposible perderse, las direcciones son extremadamente fáciles de encontrar (trate de encontrar la calle 7 con carrera 12 en Sincelejo) y prácticamente nunca hay pierde. Si cuenta uno con tiempo puede dedicarse a recorrer la ciudad a pie,claro nunca lo haga debajo del inclemente sol de 9 de la mañana a 4 de la tarde, podría correr el riesgo de una insolación.

También sorprende que al llegar al terminal, y subes en taxi o en bus, la ciudad se transforma ante tus ojos, pasas de un sector netamente popular, hasta ver las edificaciones y arquitectura sobresaliente en el centro, hasta las edificaciones más modernas, las calles amplias y el ambiente de primer mundo que se siente en el norte de la ciudad.

Comienza uno a entender por qué algunos aman tanto a Barranquilla, la ciudad ofrece de todo para todos los gustos, rumba, restaurantes, centros comerciales, todo lo que una ciudad que se digne de llamarse debe tener, es díficil no caer en el encanto enajenador de la ciudad, no perderse en su ritmo, no embriagarse en sus brazos.

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Transmetro

No se que tan ciertas serán las historias de barranquiller@s que comen arroz con lentejas un mes, para comprarse una camiseta de marca, o de aquellos que sin tener aire acondicionado, le suben el vidrio al carro…una fama que no se de donde salió de que los barranquilleros son (en palabras literales de una ex-amiga) «bolsillo pelao y fa´tos». No se de donde viene esa leyenda, y como ya dije no se que tan ciertas sean, pero conociendo gente que se ha ido a vivir allá, puede comprender la situación un poco mejor; es comprensible que el estilo de vida allá es otro y quizás por no dejarse arrastrar por la corriente (keeping up como dirían los gringos) cualquiera estaría dispuesto a hacer sacrificios por encajar, por mezclarse, por mimetizarse dentro de la ciudad, una ciudad donde se burlan hasta de los acentos caribeños no nativos de la ciudad. Nadie dijo que era fácil vivir en «el mejor vividero del mundo» para los que no nacieron y se criaron en ese vividero.

Teniendo parientes allá, me decían muy frecuentemente que a Barranquilla se iba a rumbear, y que su destino como ciudad rumbera nacía de una profunda convicción de que en la ciudad sencillamente no había nada que ver, no es una ciudad antigua como Cartagena o Santa Marta. Como ciudad portuaria y rivereña, a las puertas de las desembocadura del río más grande de Colombia, sus playas no son atractivas tampoco. Sin embargo la ciudad no es la misma, ha cambiado, hay mucho que ver por recorrer, la arquitectura que se rescató del centro de la ciudad, el museo del caribe, la arquitectura que se alza por toda la ciudad, e incluso el nuevo sistema de transporte de la ciudad «TransMetro» sin olvidarse del Zoológico, Puerto Colombia, Bocas de Ceniza, hay mucho que ver en Barranquilla.

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Estadio.

Así que la próxima vez que vaya no se encierre en el hotel a disfrutar de la televisión por cable y del WiFi, salga, explore, disfrute, rumbee, conozca, Barranquilla es una ciudad con futuro, una ciudad que se alza en medio del Caribe con mucho que ofrecer a todos los que lleguen, una ciudad que abre los brazos a aquellos que quieran gozarsela. No pierda la oportunidad de entender por qué muchos la llaman «La Puerta de Oro de Colombia».

Colombia ¿País Multicultural o Cárcel de Pueblos?

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La diversidad cultural de Colombia es inmensa ¿Trabaja para nosotros esa diversidad?

Últimamente me ha llamado mucho la atención un hashtag, de los muchos que suelen aparecer en el enrevesado océano de ideas e información que constituye a Twitter. La etiqueta llama la atención pues trata de describir la forma de ser de los residentes de una de nuestras ciudades colombianas. De entre toda la confusión que significa un hashtag popular en Twitter, rescaté uno que decía «Soy primero [inserte gentilicio de la ciudad] que Colombiano».

 

Resulta bastante sugestivo que la mayoría de Colombianos no nos identifiquemos inicialmente como ciudadanos de este país, sino como oriundos de cada una de nuestras regiones y/o ciudades, y luego, si acaso, portemos la etiqueta que nos confiere primero el registro civil cuando nacemos y luego la cédula de ciudadanía cuando cumplimos la mayoría de edad. Y es que nuestro país, no está compuesto en sí por el «Pueblo Colombiano», cosa que en realidad no existe, sino que está fundado en los múltiples y diversos pueblos que han dejado 500 años de mestizaje, colonización y la difícil geografía nacional.

Yo personalmente (y pido excusas por la mención personal) pienso que soy «Caribe», antes que «Colombiano», aunque duela decirlo y es el pensamiento de la mayoría de nuestros compatriotas, no solo los Caribes, sino los Paisas, los Rolos, los Santandereanos, los Llaneros…y la lista sigue. Las montañas, selvas, valles, llanuras, ríos y mares que constituyen el enmarañado relieve de nuestro país han logrado una superpoblación de culturas, dialectos, y hasta filosofías de vida dentro de un espacio vital bastante reducido, comparable apenas a las mejores épocas de la Unión Sovietica, la que por cierto, durante mucho tiempo gozó del epíteto de «Carcel de Pueblos».

Nuestro país no es una «Carcel» de Pueblos, al menos tenemos la libertad de viajar a mucho países donde ya no nos piden la visa, pero no deja de ser alarmante la falta de cohesión en la que vivimos los nacionales de este país, los unos con los otros. No digo que la diversidad cultural sea algo malo, que debería eliminarse en favor de la uniformidad. No, de lo que hablo es de la congruencia de objetivos nacionales. Un país durante su formación por lo general se enfrenta a una serie de procesos que lo orientan a un norte común, dichos procesos generalmente se traducen en forma de amenazas externas, o tragedias colectivas, luego de las cuales la unión del país es un tema de supervivencia nacional. No es sino recordar que luego de la segunda guerra mundial, los pueblos de Alemania y Japón, destruidos como estaban, encontraron la fuerza necesaria para sacar adelante a sus naciones, y lo lograron mediante el esfuerzo mancomunado y el trabajo en equipo.

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Colombia, Siempre habrá esperanza de un futuro mejor.

No hemos tenido en Colombia un evento de semejante talla, pues si acaso hemos tenido guerras externas (la única que tenemos nos desangra por dentro) y las que hemos tenido, como la del Perú están tan lejos de nuestros centros poblados que si acaso se habrán enterado nuestros abuelos de lo que sucedió con meses de posteridad. Pero si hemos dado visos de tener pensamientos conjuntos, sobre todo en lo referente a los grupos al margen de la ley. No es sino recordar por ejemplo la gran movilización contra las farc hace unos años, para darnos cuenta que en el fondo tenemos más en común de lo que creemos y que aunque no estemos cortados con la misma tijera como los Japoneses o los Islandeses, o los Hungaros, podemos transformar todo aquello que nos hace diferentes desde el Caribe, hasta el Pacífico, desde los Llanos, hasta Antioquia, desde los Santanderes, al Valle del Cauca, en una gran amalgama de cosas positivas, que pueden sacar adelante y de una vez por todas, a esta hermosa tierra que nos vio nacer.