Protagonistas: Will Smith, Mary Elizabeth Winstead.
Director: Ang Lee.
Año: 2019 | Duración: 1 hora y 57 minutos | País de origen: Estados Unidos.
Proyecto Junini, digo, digo, Proyecto Géminis es una película perfecta… para finales del siglo pasado, estando protagonizada por la súper estrella de los 1990s, Will Smith, dirigida por el súper aclamado director de esa misma década Ang Lee, y por si fuera poco, producida por un ícono de esa era, Jerry Bruckheimer, los tres más bien en caída libre desde entonces.
Pero no seamos tan pesimistas, y démosle no sólo la oportunidad de ver si la película en realidad vale la pena o no, sino además de explicar su trama para que quede clara como el cristal. Así que sin más preámbulos, demos inicio a la Crítica, el Análisis y la Explicación de – suena redoblantes – Proyecto Géminis – Gemini Man.
¿Qué es realmente el amor? Y si por algún acontecimiento cósmico, resulta que eso que llaman amor existe ¿Es como se ve en las telenovelas y en las novelas para adolescentes? ¿Realmente mereces amar? ¿Realmente mereces ser amado?
Pues las anteriores son las preguntas que el director Jonathan Levine toma como armazón para su película número nueve, que al igual que las ocho anteriores viene cargada de su particular enfoque que mezcla la realidad y el amor, esta vez con dos grandes estrellas de Hollywood a la cabeza: Charlize Theron y Seth Rogen.
Ahora ¿Será suficiente con tener el dream team de Levine, Theron y Rogen en pantalla para validar los 125 minutos que tarda la película? Pues, a continuación, la respuesta.
¿Alguna vez se ha preguntado cómo se vería el mapa de Colombia si se dividiera en 32 departamentos con igual número de pobladores? La respuesta es: bastante extraño a decir verdad. Actualmente nuestro país está dividido en 32 departamentos, uno de los cuales contiene a nuestra extraña capital que para algunos propósitos hace parte de Cundinamarca, y para otros hace parte de su propio pseudo-departamento llamado Bogotá Distrito Capital.
Mientras unos son monstruosamente sobrepoblados (te veo a ti, Antioquia y Cundinamarca) otros tienen menos población que la mayoría de municipios del país. Por eso sería justo que se nivelaran las cosas.
Lo que hice fue sencillo: dividí la población total del país entre 32 y luego ajusté el mapa por municipios para que en todos estuviera exactamente la misma población, que corresponde a aproximadamente a 1’500.000 personas. A cada una de estos «nuevos departamentos» me atreví a nombrarlos de acuerdo a alguna característica geográfica o cuando se trata de una conglomeración urbana, con el nombre de la ciudad o algún elemento que resalte.
Dado que pretendo que alguien en realidad LEA la nota, y no que se duerma en el proceso, lo haré por regiones, empezando (por supuesto) con mi Costa Atlántica.
Actualmente la Costa Atlántica tiene 8 departamentos: San Andrés, Guajira, Cesar, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Sucre y Córdoba, pero dentro de un país con 32 departamentos con igual población, quedaría únicamente con 7.
CARIBE:
Ubicado en los actuales territorios de Guajira, San Andrés y Providencia y el distrito de Santa Marta.
SERRANÍAS:
Ubicada en los territorios que corresponden al departamento del Cesar, y algunos municipios del departamento del Magdalena, cercanos a la Sierra Nevada.
BAHÍA:
Constituido por los algunos municipios del departamento del Magdalena y otros del actual departamento del Sur del Atlántico.
BARRANQUILLA:
Este departamento quedaría constituido por el actual distrito de Barranquilla y los municipios del Norte del Atlántico.
CARTAGENA:
En el mapa aparece más grande que Barranquilla, pero sólo porque se necesitan más municipios para cumplir con la población, mínima. Queda constituido por el Distrito de Cartagena y municipios del Norte de Bolivar.
NUEVO BOLÍVAR:
El departamento más grande de esta región quedaría constituido por la totalidad del departamento de Sucre y los municipios restantes del departamento de Bolívar.
SINÚ:
Corresponde a la totalidad del departamento de Córdoba, excepto un par de municipios que pasarían al municipio de… Oh! bueno, eso queda para la próxima entrega.
¿Les parece que los nombres están bien? ¿Por cuáles los cambiarías? ¿Algún error? Por favor comenten.
Al igual que el pesebre, los buñuelos, la natilla, los quemados con pólvora y las víctimas de las balas perdidas, la película de fin de año se está convirtiendo en toda una tradición en Colombia y como todos los años la expectativa siempre es mayor a la realidad.
Tras una enorme campaña publicitaria, en 2012 la noble tradición de lanzar película colombiana para el 25 de Diciembre, corrió por cuenta de Harold Trompetero con «El Paseo 2», una cinta producida por Dago García y el Canal Caracol (ya podrán ustedes mismos ir sacando sus conclusiones).
Primero que todo me quedé perdido en el título ¿Es que acaso hubo un «Paseo 1»? y en caso de que efectivamente tal película hubiese existido ¿por qué sacar una secuela? ¿Acaso es tan imperativo para el señor García lanzar algo en Diciembre que lanza lo que sea y como sea? Y sobre todo ¿quién en sus cinco sentidos le da luz verde para semejante idea?
«El Paseo 2» es una película que se puede catalogar como «entretenida» y hasta «divertida» por momentos si se quiere, pero la única palabra que no le queda es «cinematográfica». La cinta aguanta, es verdad, pero no lo suficiente como para pagar una entrada a cine, la historia es tan simple, tan poco creativa y tan predecible, que hubiese encajado muy bien en el prime time del Canal Caracol como una miniserie o como una película hecha para TV.
La película recurre al viejo y aburrido truco de burlarse de los típicos estereotipos colombianos, que ya hemos visto hasta el cansancio en el montón de telenovelas malas en nuestros canales privados. Por un lado John Leguizamo interpreta al marido terco, inseguro y tacaño, un papel que me sorprende no haya caído en manos de Enrique Carriazo o Robinson Diaz. Karen Martinez es la esposa demasiado buena para el marido, linda y comprensiva que ocasiona celos en su pareja, claro que Martinez deja mucho que desear en su actuación, si es que lo que hace se puede llamar actuación.
Kristina Lilley eternizada en el papel de suegra cansona/villana no aporta nada que ya no hayamos visto en cualquiera de sus últimas novelas. Del resto de los actores (incluyendo a Martin Karpan y a Isa TKM) pues con sólo decir que «El Pibe» Valderrama lo hizo mejor en sus pocos minutos en la pantalla, ya se pueden dar una idea.
El hecho que la actuación de «El Pibe» Valderrama supere la de los protagonistas, ya dice mucho de «El Paseo 2».
La fotografía es deficiente, y no se por qué pero ya Cartagena empieza a cansar como escenario, y el trabajo de cámaras tampoco ayuda mucho que digamos. Las escenas claves parecen recicladas de las películas del «Gordo» Benjumea por allá en los años 80, y no tienen nada de original.
En resumidas cuentas, la historia de «El Paseo 2» no es más que una cadena de eventos desafortunados sin ninguna conexión coherente y que deja a los personajes sin ningún desarrollo, lo cuál es agravado por las pésimas actuaciones.
«El Paseo 2» no es ni la mejor ni la peor película de fin de año que se ha hecho en Colombia, es sencillamente un homenaje a la mediocridad de ciertos sectores del cine colombiano respaldados por los canales privados. ¿Vale la pena verla? Yo diría que es mejor verla cuando la pasen gratis en Caracol, no vale la pena comprar el tiquete.