«Mi nombre es Simón y soy igual que tú… excepto que tengo un enorme secreto». Con esas palabras empieza Love, Simon (Yo soy Simón) película dirigida por el estadounidense Greg Berlanti, más reconocido por su trabajo como productor de series de televisión como Dawson’s Creek, Everwood, Arrow, Flash, Supergirl y Riverdale y mucho menos como director teniendo en su corto inventario en este campo, una película icónica dentro del catálogo LGTB como lo es El Club de los Corazones Rotos (The Broken Hearts Club).
Ahora ¿Es Love, Simon tan buena como las series que produce su director? ¿Con esta película, Berlanti se iguala o supera en comparación con El Club de los Corazones Rotos? Pues eso, exactamente es lo que vamos a analizar a continuación.
¿De qué se trata Love, Simon?
Simón Spier (Nick Robinson) es un chico de 17 años que tiene una vida perfecta: tiene una familia unida, abierta y amorosa (Jennifer Garner, Josh Duhamel y Talitha Bateman), unos amigos modernos, divertidos y afectuosos (Katherine Langford, Alexandra Shipp, Jorge Lendeborg) y un futuro prometedor con base a su inteligencia, su tenacidad y su carisma. Sin embargo, la vida perfecta de Simón está a punto de dar un vuelco total cuando el secreto que ha mantenido oculto por 4 años, que le gustan los hombres, es descubierto por uno de sus compañeros quien lo usa para obtener beneficios de él.
¿Qué tan buena es Love, Simon?
El primer aspecto que hay que señalar de esta película es lo bien escrita que está. Los diálogos son divertidos, entretenidos, pero muy reales, teniendo en cuenta el desarrollo de los personajes. Así mismo, el estilo elegido por el director Berlanti es el apropiado, apelando a la identidad icónica estadounidense que se refleja en imágenes emblemáticas del modo de vida del País del Norte, complementadas por una banda sonora que no se puede calificar de otra manera que de exquisita.
Así mismo, resulta sumamente interesante la forma en que la película (no he leído el libro… aún) desarrolla a su protagonista y a su antagonista. Simón, como protagonista dista mucho de ser el individuo perfecto, infalible y desbordado que a la mayoría le encanta ver, es un muchacho que a partir de las situaciones que se le presentan comete errores, pero que logra aprender de ellos. Algo similar sucede con el antagonista, que para nada encaja con la imagen académica del malo de la película y que al igual que Simón es un individuo que simplemente reacciona ante las oportunidades que se le presentan, por supuesto, metiendo la pata en el proceso, como bien nos sucede a todos.
El elenco está excelentemente elegido: la familia de Simón, Jennifer Garner en un papel que le cae a la perfección, al igual que el de Josh Duhamel y el de Talitha Bateman, que por fin la vemos fuera de largometrajes de terror. Y cosas muy parecidas se pueden decir del elenco juvenil. Ahora, sobre Nick Robinson …
¿Qué tiene de malo Love, Simon?
Ahora, sobre Nick Robinson, el protagonista, se pueden decir varias cosas, que quizás no era el indicado para el papel, que le faltó más construcción del personaje, pero creo que (quizás involuntariamente) aprovechó el poco bagaje histriónico que tiene para plasmar una actitud seria, tímida y seca al personaje. Quizás no fue TAN convincente como el resto del elenco, pero sí pudo soportar el peso de la película en base a su carisma y a la coherencia de su visión para Simón.
Así mismo, llegando al final, la película abandona un poco su originalidad y se va por los clichés típicos de una comedia romántica, con un final salamero y cursi, pero que finamente deja al espectador con una sonrisa en los labios.
En resumen: Love, Simon se destaca por ser una comedia romántica que intenta romper los esquemas establecidos en este género, generando calidad con un estilo audiovisual interesante, un elenco maravillosamente escogido y un guión fabulosamente escrito.